Al término de la Segunda Guerra
Mundial, 1945, Alemania se vio dividida, física e ideológicamente en dos
países, siendo su región occidental alineada a los intereses y la influencia
norteamericana. Como parte de una estrategia integral de contención de la
posible injerencia y potencial agresión soviética, Estados Unidos apoyó el
desarrollo de fuerzas militares en Alemania Occidental. Bajo la tutela
estadounidense y con las limitaciones impuestas por los acuerdos de paz al
término de la guerra, este país se adhirió formalmente a la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 1955, y al año siguiente comenzó a
desarrollar una Fuerza Aérea, Luftwaffe integrada a esa organización.
El último escuadrón aéreo de
interceptores de combate alemanes fue creado en 1961 bajo el nombre de Jagdgeschwader 74 (Ala de Combate #74)
abreviado como JG-74. Esa unidad de reacción se integró inicialmente por dos
escuadrones de interceptores F-86K Sabre fabricados en Estados Unidos por la North American Aviation.
La Base Aérea de Neuburg en Bavaria,
al sur de Alemania, es hasta nuestros días la sede del JG-74 y de sus
escuadrones, que luego adquirieron aviones F-104G Starfighter en los años
sesenta, Phantom II en los setenta, y a partir de 2006 unos Eurofighter
Typhoon. Sin embargo, la tradición de ambos escuadrones se mantiene hasta
nuestros días, y es aquí donde empieza una historia curiosa y de interés para
nuestro país.
El Segundo Escuadrón del JG-74, designado
742 recibió, junto con los primeros aviones Sabre, instrucción de pilotos
norteamericanos, quienes percibieron que los alemanes eran muy temerarios en
las maniobras aéreas, por lo cual señalaron que los alemanes bajo su cargo
estaban “más locos que los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana”. Se referían al
Escuadrón 201, cuyos 38 pilotos de combate se distinguieron en la guerra contra
Japón en 1945.
Los pilotos alemanes, sin lugar a
dudas impregnados del buen humor de los aviadores militares, adoptaron como
escudo de armas a Emiliano Zapata y bautizaron al 742 como el Escuadrón Viva
Zapata. Desde entonces, todas las aeronaves de ese cuerpo aéreo portan en su
fuselaje, y en ocasiones en las alas y la cola, un emblema de Zapata, que
aparece también en el sector distintivo en el uniforme de vuelo de los pilotos.
El 9 de septiembre de 1971 el agregado
militar de México en Alemania autorizó formalmente al Escuadrón 742 para usar
en su emblema la imagen del caudillo morelense, al igual que emplear la
designación aérea de “Zapata” y/o “Zapatas” durante sus operaciones.
Así, desde hace 45 años vuela sobre
Europa la imagen y memoria del caudillo revolucionario. El Escuadrón 742 ha
participado en operaciones de defensa y seguridad aérea, además de que es un
referente regional de las operaciones militares. Y es tan peculiar esta
expresión de admiración por Zapata, que quizás él mismo hubiera soltado una
buena carcajada por el tal Escuadrón Aéreo Alemán de Interceptores 742.
con el valor se nace no se ase cuando ese hombre valiente muere no ahi molde igual
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