Amigos
pilotos aviadores, quiero agradecer al Capitán Gonzalo Carrasco Gutiérrez por el
artículo donde habla de algunas coincidencias y alguna diferencias de estas dos
líneas Aéreas.
Quiero agregar una coincidencia más, un servidor, Capitán
Francisco Lavín Marmolejo, fui el primer piloto despedido de Aerocalifornia por
“Yuyín”
Mi hermano Sergio Lavín Marmolejo dejó de volar en Mexicana por la
quiebra de esta aerolínea.
Este artículo dice así…
“La
extinta línea aérea del noroeste de México: Aerocalifornia, surgió como un
esfuerzo de comunicación aérea en la hermosa península de Baja California
repleta de bellezas naturales, muchas de ellas sin explotar todavía. Los
propietarios eran la familia Aréchiga, oriunda de la zona que se habían ganado
la confianza y admiración de los habitantes de aquella región, contaban con
otros negocios, jugosos, casi todos ellos, de manera que se sentían que la
creación de una línea aérea como Aerocalifornia iba a significar un éxito
rotundo. Como casi todos los negocios de este tipo Aerocalifornia vio la
luz con aviones pequeños, por allá del año de 1960, dando servicio a turistas y
a ciudades pequeñas. Posteriormente sufrió la metamorfosis que se da en las
líneas aéreas que tienen deseos de permanecer por largo tiempo. El constante
crecimiento de la población, la cercanía con el enorme país del norte, la
necesidad de explotación de aquella paradisíaca zona de México aunados al deseo
de iniciar un negocio productivo hicieron que se proyectara una gran línea
aérea.
En
el caso de Aerocalifornia, que inició como línea de bajo costo, la
actualización de su flota culminó con aviones DC-9, algunos adquiridos de la
aerolínea Aeroméxico que se encontraba en fase de actualización de equipo.
Llegó a ser la línea aérea número cuatro del país y la red de rutas crecía día
a día dando servicio a pasajeros que encontraban en ella la aerolínea regional
que invitaba a visitar su región. Expandieron sus rutas a Estados Unidos desde
donde transportaron gran cantidad de pasajeros, que encontraron en ella
atributos no percibidos en otras. Como en todo negocio serio de este tipo
armaron un buen centro de adiestramiento con un simulador de vuelo más o menos
moderno, en fin todo era felicidad, todo marchaba de maravilla.
En
abril de 2006 sus actividades fueron suspendidas por las autoridades
gubernamentales, ¿la razón?, una deuda acumulada de 700 millones de dólares,
que comprendía, adeudos de diversa índole como impuestos, servicios
aeroportuarios, consumo de combustible, servicios de navegación aérea,
estacionamiento de aviones, pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social,
hasta cuotas sindicales. Los propietarios de la línea llegaron a un arreglo con
los acreedores y se les permitió reanudar el servicio. En 2008 fue de nueva
cuenta suspendida por causas similares que se traducían en falta de pago a sus
diferentes compromisos. Para entonces y como estrategia jurídica normal el
sindicato de la línea emplazó a huelga a la empresa para asegurar que los
bienes de la para entonces emproblemada Aerocalifornia no fueran dilapidados en
otro lado esto para asegurar las liquidaciones de los trabajadores.
En
el caso de Mexicana de Aviación, las cosas aunque se dieron de manera distinta,
guardan similitudes notorias, la suspensión de operaciones se dio de manera
definitiva aunque con algo de gradualidad, hubo avisos de esto por la
suspensión de pagos por concepto de rentas de aviones y en algún momento se
dudó en asignar aviones con matrícula americana a ciertos vuelos al país del
norte por el temor de que fueran confiscados por falta del pago de la renta.
Gastón Azcárraga, dueño de Mexicana a través del director general de la línea
en una primera ocasión, y en persona en una segunda hicieron sendos llamados de
cooperación a los trabajadores quienes pusieron en tela de juicio sus
peticiones. Lo que aconteció posteriormente fue que los administradores se
declararon en suspensión de pagos solicitando la protección legal de la empresa
con la figura jurídica del concurso mercantil. Mexicana hasta ahora no tiene
posibilidades de reanudar el vuelo y tiene en ascuas a 8600 empleados que no
saben ya que hacer. En el caso de Aerocalifornia la quiebra tampoco ha sido
decretada y tienen a los empleados en la total indefensión.
En
ambos casos los empleados fueron los que sufrieron más las inconveniencias de
la situación, los empleados de tierra aunque sus especialidades y
particularidad de sus actividades les permiten colocarse en otras ocupaciones
así como de los sobrecargos, en el caso de los pilotos esto se torna sumamente
difícil, no cualquiera tiene una avión para dar trabajo a los pilotos
desempleados. Los que menos la sufren o ni siquiera eso, son los dueños de las
empresas, ellos normalmente tienen otros negocios y es posible que resarzan
unos con otros. Lo ideal es que ambas empresas reemprendieran el vuelo, cosa
que se antoja poco menos que imposible pero las obligaciones que tienen con sus
empleados, que deben ser garantizadas por el gobierno, deben ser impulsadas por
los sindicatos, en el caso de Mexicana como sabemos, Aspa está haciendo hasta
lo indecible por que se termine de formar el fideicomiso para que los empleados
sean liquidados lo mejor que se pueda.
En
Aerocalifornia el tener un sindicato a modo del patrón, lo que se conoce como
sindicato blanco, ha hecho que el asunto se eternice, engañen a los
trabajadores, se habla de que los patrones están desmantelando los aviones que
quedan, se escucha que les están siendo removidos los motores que es lo que más
vale y cuando se decida que se rematen los bienes de la empresa nada quedará
para resarcir aunque sea a medias el daño causado a los empleados. Quienes se
contrataron en esta línea lo hicieron con una ilusión sin par, tuvieron que
moverse a otro sitio de residencia, muchos dejaron otros trabajos por la
promesa de integrarse a una línea regional más pequeña pero que les permitiría
vivir en provincia, en la playa, aceptando menor paga en un lugar más tranquilo
que les redituaría en mejor calidad de vida, en una ciudad más pequeña. Pero la
realidad se convirtió en pesadilla, todo se derrumbó, las esperanzas, las
ilusiones, los planes, todo, se vino estrepitosamente abajo.
Al
día de hoy a cinco años de la tragedia cuando ya nada queda por hacer para
levantar la línea, los procesos legales se alargan burlando al tiempo y a la
gente que está esperanzada en ser escuchada por su gobierno que es quien debe
asegurar transparencia en el proceso, justicia, y castigo a quien se burló
cínicamente de todos los que alguna vez tuvieron esperanza de pertenecer a una
gran línea”
LASTIMA QUE LOS ARECHIGA SON UNOS MISERABLES COBARDES
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