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domingo, 6 de noviembre de 2016

AVIÓN CONCORD



El Aérospatiale-BAC Concorde es un avión supersónico utilizado para el transporte de pasajeros. Fue construido a partir de los trabajos conjuntos de los fabricantes British Aircraft Corporation (británico) y Aérospatiale (francés). En 1969 realizó su primer vuelo, entró en servicio en 1976 y voló durante 27 años, hasta su salida de circulación en 2003. Sus principales destinos fueron los aeropuertos de Londres Heathrow, París-Charles de Gaulle, John F. Kennedy y Washington-Dulles, los dos últimos pertenecientes a Estados Unidos. Podía llegar a los destinos en la mitad del tiempo de lo que tardaba un avión comercial convencional debido a su velocidad supersónica.
El avión es considerado como un icono de la aviación y una maravilla de la ingeniería. Se construyeron un total de 20 aviones en Francia y Reino Unido, seis de ellos eran prototipos y aviones de prueba. Siete fueron entregados a Air France y otros siete a British Airways. Su nombre «Concorde», proviene de la unión y colaboración de Francia y el Reino Unido en el desarrollo y fabricación del aparato. Su desarrollo y fabricación fueron una gran inversión económica para las empresas BAC y Aérospatiale. Además, el gobierno francés y británico había dado generosas subvenciones a British Airways y Air France para el desarrollo y adquisición del aparato.
El grave accidente de uno de los Concorde el 25 de julio de 2000, el único en 27 años de servicio, y otros factores como la escasa rentabilidad, precipitaron su retiro definitivo. Su último vuelo fue el 26 de noviembre de 2003. Fue el primer avión a reacción supersónico en ser usado de manera comercial, puesto en servicio el 21 de enero de 1976, anticipándose al también supersónico Tupolev Tu-144, la versión soviética del Concorde, que entró en servicio de pasajeros el 1 de noviembre de 1977.
En la década de 1950, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética empezaron a considerar el desarrollo de un avión comercial supersónico para el desplazamiento de pasajeros a grandes velocidades, aunque algunos ministros de la OACI no estaban del todo de acuerdo. La empresa británica Bristol Aeroplane Company (BAC) y la francesa Sud Aviation estaban trabajando en dos diseños, pero mientras los británicos desarrollaban el llamado Tipo 223, los franceses trabajaban en un avión bautizado como Super-Caravelle. Ambos proyectos eran financiados en gran parte por los gobiernos de sus respectivos países. Los británicos trabajaban en el desarrollo de un avión de largo alcance con una capacidad de unas 100 personas, mientras que los franceses tenían la intención de construir un avión de medio alcance.
En la década de 1950, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética empezaron a considerar el desarrollo de un avión comercial supersónico para el desplazamiento de pasajeros a grandes velocidades, aunque algunos ministros de la OACI no estaban del todo de acuerdo. La empresa británica Bristol Aeroplane Company (BAC) y la francesa Sud Aviation estaban trabajando en dos diseños, pero mientras los británicos desarrollaban el llamado Tipo 223, los franceses trabajaban en un avión bautizado como Super-Caravelle. Ambos proyectos eran financiados en gran parte por los gobiernos de sus respectivos países. Los británicos trabajaban en el desarrollo de un avión de largo alcance con una capacidad de unas 100 personas, mientras que los franceses tenían la intención de construir un avión de medio alcance.
En febrero de 1965, empezó la construcción de dos prototipos: el Concorde 001, construido por Aérospatiale en Toulouse y el 002 por BAC en Filton, Bristol. El Concorde 001 hizo su primer vuelo de prueba el 2 de marzo de 1969, en Toulouse, pilotado por André Turcat. El 1 de octubre de ese mismo año, el Concorde superó por primera vez la velocidad del sonido. En Gran Bretaña, el Concorde 002 realizó su primer vuelo el 9 de abril de 1969, pilotado por Brian Trubshaw. Ambos prototipos se presentaron entre el 7 y el 8 de junio de 1969 en el París Air Show. Entre 1970 y 1971, mientras el desarrollo avanzaba, se empezaron a hacer demostraciones con los dos prototipos para captar posibles compradores. El 4 de septiembre de 1971, el Concorde 001, realizó su primer vuelo trasatlántico, hazaña repetida el 2 de junio de 1972, por el Concorde 002. En 1973, el Concorde —concretamente el prototipo 002— hizo su primera visita a Estados Unidos, y aterrizó en el nuevo aeropuerto Dallas-Fort Worth de Dallas para conmemorar su apertura.
Todas estas demostraciones y espectáculos ofrecidos llevaron a que en 1972 los pedidos sobrepasaran las 70 unidades, pero una combinación de factores llevó a la cancelación de la mayoría de los encargos: la crisis petrolera de 1973, las dificultades financieras de las compañías, los problemas medioambientales —como el ruido al despegar o sus altos niveles de polución— o el accidente de un Tupolev Tu-144 en el Salón Aeronáutico de Le Bourget (París) que había puesto seriamente en duda la viabilidad comercial de los aviones supersónicos.
En 1976, sólo cuatro países se mantenían como posibles compradores: China, Francia, Gran Bretaña e Irán. Finalmente sólo Air France y British Airways hicieron pedidos, recibiendo grandes subvenciones de sus gobiernos para "animar" la compra de más unidades.
Estados Unidos canceló el desarrollo del Boeing 2707 en 1971, con lo que su programa de transporte supersónico civil quedó suspendido. Algunos observadores franceses e ingleses que participaron en el proyecto del Concorde, sugieren que la fuerte oposición estadounidense al proyecto del Concorde alegando problemas de contaminación acústica y ambiental eran en realidad una manera de presión para evitar el desarrollo de un avión supersónico comercial europeo al no tener ellos un proyecto viable. También otros países como India o Malasia suspendieron programas similares alegando exceso de ruido.
El 7 de noviembre de 1974, el prototipo 001 realizó el vuelo civil más rápido realizado en la historia cruzando el Atlántico Norte. Los dos primeros aviones completaron 5335 horas de pruebas de vuelo de las que 2000 se realizaron a velocidades supersónicas. Los costos unitarios fueron de 23 000 000 de £ (46 millones de dólares) de 1977 y los costes de desarrollo fueron seis veces mayores de la cantidad proyectada.
Para que el Concorde fuera económicamente viable necesitaría recorrer largas distancias, pero esto también requeriría una alta eficiencia en cuanto al consumo de combustible. Para un vuelo supersónico óptimo se pensó en un primer momento en utilizar motores turbofan, pero estos fueron rechazados por su excesiva resistencia aerodinámica. Al final los turborreactores fueron los motores elegidos. El motor fue desarrollado por Rolls-Royce, llamado Rolls-Royce/Snecma Olympus 593. Este motor había sido desarrollado para el bombardero Avro vulcan. Para el Concorde fue desarrollada una variante con postcombustión.
El diseño de los canales de entrada de aire de los motores del Concorde fue una fase crítica.35 Todos los motores reactivos convencionales pueden tomar aire sin perturbación alguna hasta la velocidad de Mach 0.5, por eso la velocidad del aire debe ser disminuida desde el Mach 2.0 —velocidad crucero del concorde— que entra a los canales del motor. En particular, estos canales necesitan controlar las ondas de choque supersónicas que se generan como consecuencia de esta reducción de velocidad para evitar daños en los motores —si las ondas entran en los motores, estos vibran y se pueden fracturar—. Esto se logró mediante la adición de rampas a la entrada de los canales y una abertura de extracción del flujo, las cuales se mueven de posición durante el vuelo para desacelerar el aire —esto resulta complicado para los no profesionales, está basado en la ley de conservación de la masa y el estrangulamiento del flujo a la entrada de los canales que suministran el aire al motor por medio de cuñas que aumenta o disminuyen el diámetro de la sección de entrada—.Las rampas están ubicadas encima de los canales de entrada de aire al motor y se mueven hacia abajo y la abertura se mueve hacia arriba y hacia abajo haciendo que el aire entre o salga. La efectividad del sistema de entrada es tal que durante el vuelo supersónico el 63 % del empuje de los motores se atribuye a los canales de entrada aunque las toberas generan el 29 % y los motores solo el 8 % del empuje.
Los fallos del motor causan muchos problemas en los aviones convencionales subsónicos, ya que no solo el avión pierde empuje en el lugar donde se encuentra el motor, sino que aumenta la resistencia inducida por el propio motor, causando que el avión banquee en la dirección del motor dañado. Si esto le pasara al Concorde a velocidades supersónicas, causaría en teoría un fallo catastrófico de la estructura. Sin embargo, durante el fallo de un motor la necesidad del canal de entrada es de cero por lo que los efectos inmediatos del fallo de un motor son contrarrestados al abrirse la abertura y la extensión completa de las rampas que deflectan el aire hacia debajo del canal, ganando sustentación y haciendo aerodinámico el compartimiento del motor, disminuyendo los efectos de la resistencia en el motor dañado. A pesar de que las simulaciones por ordenador predijeron dificultades considerables, en la práctica el Concorde fue capaz de apagar 2 de sus motores volando a Mach 2.0 sin la aparición de los problemas de control esperados. Los pilotos de Concorde son entrenados rutinariamente en simuladores para poder enfrentar mejor fallos de dos motores al mismo tiempo.
Mientras que los aviones comerciales subsónicos tardan alrededor de 8 horas en completar un viaje entre París y Nueva York, el Concorde solo necesitaba alrededor de 3 horas y 30 minutos. La altitud máxima que alcanzaba era de 18 300 metros y su velocidad de crucero era de Mach2,02 —2140 km/h— más del doble de la velocidad media de los aviones convencionales.
Ningún otro aparato operaba a una altura tan elevada como lo hacía el Concorde, por lo que para la seguridad del aparato se establecían patrones del clima para, según su posición y las variaciones de los vientos del Atlántico Norte —océano más transitado por el avión—, determinar el tiempo de subida y bajada en el momento de aterrizar y despegar. La velocidad media de aterrizaje era de 274 km/h; debido al diseño especial del Concorde con sus alas en forma de delta, fue equipado con un acelerador automático para reducir la carga de trabajo del piloto.54 El diseño de su ala provocaba la formación de vórtices y bajas presiones sobre la superficie de esta, por lo que estaba obligado a despegar a una velocidad menor que los aviones convencionales y con mayor ángulo.
Los vuelos regulares del Concorde comenzaron el 21 de enero de 1976 con las rutas Londres-Bahréin y París-Río de Janeiro. La ruta París-Caracas —a través de las Azores— comenzó el 10 de abril de ese mismo año. El Congreso de Estados Unidos había prohibido los vuelos del Concorde a aeropuertos estadounidenses, debido principalmente a las numerosas protestas ciudadanas por el exceso de ruido y el control que el Concorde ejercería sobre las rutas transoceánicas.
Sin embargo, el secretario de transporte estadounidense, William Coleman, dio permiso a Air France y British Airways para operar el Concorde en el Aeropuerto Internacional de Dulles de Washington, por lo que las rutas del Concorde con EE. UU. empezaron el 24 de mayo de 1976.
Nueva York también prohibió a nivel local las operaciones del Concorde en el aeropuerto JFK. La prohibición llegó a su fin el 17 de octubre de 1977 cuando la Corte Suprema de Estados Unidos desestimó los esfuerzos —dirigidos por Carol Berman— para continuar con la prohibición. La Corte Suprema argumentó en su decisión de no prohibir los vuelos del Concorde que aviones como el Air Force One —que en ese momento era un Boeing VC-137— tenían un impacto ambiental y sónico mucho mayor que el Concorde a velocidades subsónicas y durante el despegue y el aterrizaje.67 Los vuelos regulares entre Londres y París con Nueva York, comenzaron el 22 de noviembre de 1977.
En 1977, British Airways y Singapur Airlines firmaron un acuerdo para compartir un Concorde que cubriría la ruta Londres-Singapur —vía Bahréin—. La aeronave —el G-BOAD— se pintó con los colores de Singapur Airlines por una parte, mientras que la otra se pintó con los colores de British Airways. La ruta fue suspendida tras sólo tres vuelos por las quejas de la vecina Malasia alegando exceso de ruido. No fue hasta 1979 cuando se reanudó la ruta, que se volvió a cancelar poco después por el veto indio a que el Concorde alcanzara velocidades supersónicas en su espacio aéreo. La ruta fue cancelada definitivamente en 1980.
Durante el auge petrolero de México, Air France estableció una ruta entre Washington —en ocasiones también desde Nueva York— y Ciudad de México, con dos vuelos semanales. La ruta se mantuvo entre septiembre de 1978 y noviembre de 1982, momento en el que debido a una crisis económica y una gran falta de rentabilidad —en los últimos vuelos el avión iba casi vacío— se clausuró. Durante el tiempo que esta ruta se mantuvo vigente, las compañías que operaban el Concorde tuvieron problemas con el estado de Florida por los altos índices de contaminación acústica y por una ley que prohibía los vuelos supersónicos en el espacio aéreo de ese estado. Durante el vuelo, el Concorde tenía que desacelerar de Mach 2.02 a Mach 0.95, para cruzar Florida, para luego acelerar hasta su destino —Ciudad de México—.
Entre 1978 y 1980, Braniff International Airways alquiló 10 Concordes, cinco de Air France y otros tantos de British Airways. Estos fueron utilizados en vuelos subsónicos entre Dallas y el Aeropuerto Dulles, volando con las tripulaciones de Braniff.76 Las aeronaves se registraron tanto en sus países europeos de origen como en Estados Unidos. La falta de rentabilidad de los vuelos —se reservaron menos del 50 % de las plazas— obligó a Braniff a poner fin a sus vuelos con el Concorde en mayo de 1980.
El 25 de julio de 2000, el vuelo 4590 de Air France, con matrícula F-BTSC, se estrelló en Gonesse (Francia) y murieron los 100 pasajeros de la aeronave, sus nueve tripulantes y cuatro personas en tierra. Fue el primer gran accidente en el que se veía implicado directamente el Concorde.
Curiosamente, este avión había sido utilizado en la película "Aeropuerto 79 - El Concorde", donde se estrella, pero sin pérdida de vidas.
Según la investigación oficial de la Oficina francesa de investigación de accidentes aéreos (BEA), el accidente fue causado por una cinta metálica (fabricada con la aleación TA6V compuesta de titanio, aluminio, vanadio y hierro) que se había desprendido de un Continental Airlines DC-10 que había despegado minutos antes. Este fragmento de metal perforó uno de los neumáticos del Concorde cuando este se encontraba a una velocidad de 300 km/h. El neumático explotó y uno de los trozos de goma desprendidos golpeó uno de los tanques de combustible. El depósito no se vio afectado, pero provocó una onda de choque que hizo reventar una de las válvulas de combustible situada en el ala izquierda. Esto causó una fuga de combustible en el depósito principal que, unido a las chispas provocadas por el cableado que se había visto afectado por el impacto inicial, provocó un incendio en el motor 2. En respuesta, la tripulación bloqueó el motor afectado. El avión, que había logrado despegar, sufrió una pérdida de fuerza en los motores 1 y 2, lo que le hizo perder altura y velocidad; en ese momento el avión sufrió un violento descenso hasta chocar contra el hotel Les Relais Bleus en Gonesse. El 6 de diciembre de 2010, Continental Airlines y John Taylor, uno de sus mecánicos, fueron declarados culpables por homicidio involuntario.
Antes de producirse el accidente, el Concorde estaba considerado como el avión de pasajeros más seguro del mundo, pues nunca había registrado ningún muerto. A raíz del accidente, al aparato se le aplicaron mejoras de seguridad como un mejor control en el sistema electrónico, unos rediseñados tanques de combustible, mucho más resistentes, y un revestimiento extra a los neumáticos para impedir futuros problemas.
El primer vuelo después de las modificaciones partió del Aeropuerto de Londres Heathrow el 17 de julio de 2001, pilotado por el comandante Mike Bannister. Durante las 3 horas y 20 minutos que duró el vuelo sobre el Atlántico en dirección a Islandia, Bannister alcanzó la velocidad Mach 2,02 a 18 000 m de altura, para luego regresar a Reino Unido. El vuelo de prueba fue considerado un éxito, además de ser ampliamente seguido por los medios de comunicación y la población. British Airways realizó otro vuelo de prueba entre Londres y Nueva York —los pasajeros eran exclusivamente trabajadores de la propia compañía— el 11 de septiembre de 2001, aterrizando en el aeropuerto minutos antes de que se llevasen a cabo los atentados contra el World Trade Center.
Los vuelos regulares se reanudaron el 7 de noviembre de 2001, volviéndose a reanudar las rutas que unían París y Londres con el JFK de Nueva York, en donde los pasajeros del Concorde fueron recibidos por el alcalde Rudy Giuliani
El 10 de abril de 2003, Air France y British Airways anunciaron al mismo tiempo que retirarían el Concorde a finales de año. Las razones dadas para retirarlo fueron los siguientes: el bajo número de pasajeros tras el accidente del 25 de julio de 2000, el aumento de los costes de mantenimiento y la caída de los viajes en avión tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
A pesar de que en el momento de su entrada en servicio, en la década de 1970, el Concorde fue una revolución tecnológica, en el momento de su retirada la falta de competencia de la que había gozado le había llevado a no actualizar las aeronaves ni hacer nuevas variantes como hicieron otros aviones de la época como el Boeing 747, lo que precipitó su retirada.
Poco antes de la retirada del Concorde, Richard Branson ofreció a British Airways la posibilidad de que su compañía, Virgin Atlantic Airways, comprara su flota de Concorde por el simbólico precio de una libra cada aeronave, cuando su precio de compra real era de 26 000 000 de £. Branson argumentó que la razón de este precio simbólico era debido a que British Airways también había pagado este precio simbólico al adquirir los aparatos, pues el Gobierno británico había subvencionado la mayor parte de los gastos. BA rechazó esa oferta. Branson afirmó en The Economist que llegó a ofrecer más de 5 millones de libras, que también fueron rechazadas. Cualquier esperanza de que el Concorde siguiera funcionando se vio frustrada cuando Airbus rechazó encargarse del mantenimiento de los Concorde.
Air France realizó su último vuelo comercial con un Concorde el 30 de mayo de 2003,105 106 con un último vuelo entre París y Nueva York. Durante la semana siguiente, el Concorde F-DEAR hizo una serie de vuelos conmemorativos con viajes entre París y Nueva York, teniendo a bordo empleados de la compañía y otras personalidades. El último vuelo de un Concorde de Air France tuvo lugar el 27 de junio de 2003, cuando el F-BVFC voló hasta Toulouse.
El 15 de noviembre de 2003, se celebró en París una subasta de piezas y otros recuerdos del Concorde a cargo de la casa de subastas Christie's, asistiendo cientos de personas.

sábado, 5 de noviembre de 2016

QUE FELIZ HUBIERA SIDO

Si hubiera volado este avión a esas velocidades...



En abril de 1985 se tomó esta fotografía, la única que se conoce del “Concorde, cuando volaba a velocidad supersónica (Mach 2).

La imagen fue lograda desde un avión de combate “Tornado” de la RAF, justo cuando el aparato de British Airways, matricula G-BOAG, viajaba sobre el Mar de Irlanda.

El Tornado se mantuvo a su lado por tan solo cuatro minutos, y así poder regresar a su base con el combustible requerido para aterrizar. 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL DC-3 MUY BUEN AVIÓN



Habían transcurrido 32 años desde que Orville y Willbur Wright habían probado con éxito su aeroplano, los Estados Unidos de América vivía aún los estragos de la Gran Depresión, muchas empresas no prosperaban y el futuro era tan incierto a pesar de las acciones para reactivar la economía de aquella nación  Ante estas vicisitudes, las empresas aéreas buscaban como ganar más y acrecentar su mercado, movilizando más pasajeros y extendiendo sus rutas por toda la nación; fue la etapa en la que las más grandes luchaban por tener el mejor avión

En aquella época, Delta Airlines, TWA y American Airlines llevaban a cabo una feroz competencia por lo que llegaron al grado de ofrecer a las empresas fabricantes de aviones jugosas ganancias se les desarrollaban el avión con el cual ganarle a las otras. Así surgió un diseño desarrollado por la Douglas Aircraft Company, de Santa Mónica, California, que revolucionó la industria aérea.
Basado en su predecesor, los ingenieros y diseñadores de la Douglas concibieron un avión tan perfecto que sus proyecciones fueron rebasadas por mucho, el aparato de dos motores, era capaz de transportar 21 pasajeros, aterrizar prácticamente en cualquier pista y operar a costos bastante razonables. El primer modelo fue probado con todo éxito la tarde del 17 de diciembre de 1935, saliendo de Colver Field, California y realizar un vuelo “rutinario” de 1:30 horas, que ni los propios pilotos de prueba, recordaban el suceso años después. Fue tan exitoso que no hubo detalles que señalar en la bitácora y los reportes. Tan fue así que no existe fotografía o reseña del histórico vuelo.
A partir e entonces la Douglas desarrolló en serie el DC-3 uno de sus aviones mas famosos de la historia y de los que se construyeron un total de 10.600 aparatos, más un número desconocido, construidos en Rusia y Japón. El DC-3 invadió el mercado americano, luego se exportó a muchos países, entre ellos México y durante la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló la versión militar que se conocería popularmente como C-47.Resultando tan importante en el desarrollo de la guerra que fue considerado pieza clave para la victoria aliada.

Alrededor de diez mil seiscientos aviones se fabricaron, siendo el C-47 la versión militar que mucho se uso durante la II Guerra.
Ya en tiempos de Paz, su uso se intensificó y un mayor número de operadores tuvieron acceso a este modelo que era ofrecido como excedente de guerra, por lo que sus precios eran bastante accesibles para empresas grandes y pequeñas. En México tanto la Compañía Mexicana de Aviación como Aeronaves de México lo incorporaron a sus flotas, muchas otras más como Aerovías Reforma, Líneas Aéreas Mexicanas, Servicios Aéreos Panini y Aero Transportes lo emplearon para interconectar el país. Incluso el primer avión presidencial fue un DC-3.
Mexicana de aviación incorporo su primer DC-3 en 1941. Convirtiéndose el la primera que lo usó en México.
Por todo ello radica la importancia y presencia del DC-3 en México,  un modelo que prácticamente fue operado por todas las empresas y dependencias gubernamentales, incluso los altos ejecutivos lo usaron como transporte personal, dejando en el aparato la seguridad de sus vidas.
La Fuerza Aérea Mexicana incorporó los primeros C-47 al finalizar la Segunda Guerra y la Marina Armada de México lo empleó años después con la misma aceptación, incluso los contrabandistas lo usaron en gran número, lo que acrecentó su popularidad, multiplicando su número en todo el país en los años cincuentas y sesentas, etapa en la que parecieron los primeros aviones a reacción, limitando la operación de este noble avión a rutas regionales y mercados secundarios en los que se transportaba “de todo”.
La Fuerza Aérea Mexicana recibió su primer C-37 en diciembre de 1945, mediante un programa de apoyo de los Estados Unidos
Transportes Aéreos de Nayarit, Aerocalifornia, Aerovías Oaxaqueñas y Aero libertad fueron de las últimas empresas en operar el modelo en viaje regular, inter-conectando pequeñas comunidades con grandes urbes o destinos de playa en varios de los casos. Finalmente, el tiempo cobraba factura y este victorioso avión fue desapareciendo del mercado mexicano, solo un número muy reducido seguía activo y la mayoría quedaron abandonados en viejos hangares, plataformas de los aeropuertos y aeródromos.
Fueron Líneas Aéreas California-Pacífico y la Presidencia de la República los últimos operadores de DC-3 en el país a la llegada del Siglo XXI, transformando al gran guerreo en leyenda y empolvando sus grandes hazañas en recuerdos que poco a poco se han ido olvidando. Actualmente varios DC-3 sobreviven abandonados en aeropuertos, otros más en algunos sitios y muy pocos en museos, por lo que una asociación civil y este equipo trabajamos conjuntamente en salvar y preservar las aeronaves que marcaron un parte-aguas en la aviación, haciéndola más rentable y eficiente.

viernes, 28 de octubre de 2016

UN LEGENDARIO LEVANTA EL VUELO OTRA VEZ



Cuando muchos pensaban que su era había llegado a su fin, al menos en México, la empresa Aeronaves TSM S.A. de C.V., ha dado la sorpresa al reactivar y poner en condiciones optimas de vuelo un Douglas DC-9 de la serie -10. La noticia nos llega de Saltillo, y justo del piloto que llevó a cabo el vuelo de prueba de esta aeronave. El capitán Enrique Guerrero Osuna, experimentado piloto y conocedor de este modelo nos comparte su gran experiencia.



“Amanece en Saltillo, el destino nos juntó y después de 26 años nos volvemos a reunir, esta ves para tratarnos como viejos amigos. El vuelo fue simplemente una delicia, no necesité ni ver el velocímetro, él me dijo cuando quería volar….. yo simplemente lo acompañe y juntos revivimos esos momentos que tantas y tantas horas disfrutamos, él haciendo lo que mejor sabe hacer….volar, yo, recordando como traerlo como a una dama, suavemente, él se comportó como lo que es, un gran avión. Claro que algunas pruebas que necesariamente le tuve que hacer, relinchó, se quejó, pero al fin cumplió con lo que esperábamos de él. Durante todo el vuelo de prueba se comportó de acuerdo a su noble herencia de Douglas. Le salieron detalles, pero el personal de mantenimiento se encargó de solucionarlos”



Este avión se encontraba junto con otro más que ha adquirido TSM en el desierto de California, ambos ya se encuentran en Saltillo, y se espera que el segundo se encuentre listo en pocas semanas. Una sorpresa más es que el otro avión fue anteriormente operado con la desaparecida Aerocalifornia, empresa basada en La Paz, Baja California Sur y que fue el primer avión jet de gran capacidad con que operó esta empresa para conectar La Paz, con toda la península y diferentes ciudades en la costa del Pacífico, su matrícula era XA-BCS.



Con este primer DC-9 serie -10, Aeronaves TSM revierten el destino de estos aviones, por lo que veremos próximamente este aparato operando las rutas regulares de de la aerolínea de carga, portando la matrícula XA-UXP y la decoración del 20 aniversario de la empresa.

lunes, 24 de octubre de 2016

AVIÓN SOPWITH CAMEL



El caza británico más famoso de la Primera Guerra Mundial (y decididamente uno de los mejores de aquellos años) fue el Sopwith "Camel", un biplano de legendaria maniobrabilidad (tal vez demasiada), bien estructurado y veloz. Se lo produjo en un número considerable de unidades (según diferentes fuentes entre 5.490 y 5.695, e incluso más) y por ello ostentó el récord de mayor número de aviones - 1.294 - abatidos por la aviación aliada.

Entre sus victorias fue especialmente notable la que obtuvieron en un combate nocturno al derribar a un bombardero Gotha, al que hicieron caer en Londres el 25 de enero de 1918. Esto constituyó la primera baja nocturna obtenida por un caza en la historia de la aviación. Asimismo lograron destruir un dirigible alemán - el Zeppelín L.53 - que fue incendiado por el teniente Culley el 10 de agosto de ese mismo año.

El proyecto del Camel se debió a Herbert Smith, a partir de las especificaciones de performance máxima que le diera la firma Sopwith (T.O.M. Sopwith, Fred Sigrist y Harry Hawker). El avión que surgiría de esas especificaciones (que siguió las líneas naturales de desarrollo de su antecesor el "Pup" y del Sopwith triplano) debía cumplir una función muy específica. Su misión fue restablecer el equilibrio cualitativo en el enfrentamiento con los nuevos cazas alemanes armados de dos ametralladoras; en especial con el Albatros D.I., que había aparecido en el frente en setiembre de 1916, y con el D.II., que lo siguió poco tiempo después. Al mismo tiempo, el almirantazgo había pedido que se desarrollara un "scout" que fuera capaz de sustituir al "hidro" Sopwith "Baby". Y sería a partir de una armónica fusión de estos dos pedidos que finalmente nacería el "Camel".

Según parece, las primeras unidades producidas fueron una versión mejorada del "hidro", bautizada F.S.1 "Improved Baby" (bebé mejorado), con motor Clerget de 130 caballos. De todos modos, después de la destrucción de una unidad durante un vuelo de prueba (en marzo de 1917) se construyó una segunda unidad - ésta era terrestre -, que sirvió como prototipo para la versión embarcada 2.F.1. El proyecto de reconstruirlo como "hidro", para realizar pruebas operativas en la costa belga, al parecer no se concretó. Los dos primeros ejemplares ordenados por el Almirantazgo, también fueron terrestres y similares a los tres prototipos del modelo F.1 que, en el ínterin, fueran requeridos por el "Royal Flying Corps". La estructura de este avión resultaba sumamente compacta lo que - unido a las amplias dimensiones de los planos de cola y a la existencia de alerones sobre cada una de las cuatro semialas - confería al Camel una notable agilidad, Esta se veía aumentada por el efecto de reacción de su potente motor rotativo, lo que le brindaba una gran facilidad de maniobra en los virajes a la izquierda, demasiada facilidad tanto como para traicionar a los pilotos que no estaba al corriente de esa tendencia de la máquina. Esta característica, que bajo muchos aspectos resultaba negativa, era aprovechada en forma positiva por muchos pilotos, quienes, debiendo girar hacia la derecha, preferían realizar un viraje cerrado hacia la izquierda (de uno 270 grados), lo que era un modo un tanto extraño (aunque justificado dadas las características de maniobrabilidad de la máquina) de virar hacia la derecha. Naturalmente, solo aquellos pilotos que lograron adaptarse totalmente a este aeroplano, fueron quienes le sacaron el mayor provecho, incluso de las cualidades supuestamente negativas de este medio. Quien no las advertía, pagaba un precio muy caro por ello, y si bien el Camel cobró muchas victimas entre los pilotos alemanes, también lo hizo entre los ingleses, ya que la marcada inestabilidad del caza británico era un peligro siempre inminente. Por ser tan temible - no solo para los adversarios sino también para sus tripulantes - el éxito del Camel se debió sin lugar a dudas, al hecho de que fue dominado solo por excelentes pilotos de fama mundial.

La estructura de su célula estaba totalmente realizada en madera, cubierta de tela, excepto en la parte inmediatamente posterior al motor en la que se utilizaba una aleación de aluminio, en los costados de la cabina del piloto y en el dorso del fuselaje donde se aplicaba madera de chapa compensada.

Las armas del Camel estaban montadas muy cerca una de otra - encima del motor - y sus culatas estaban cubiertas por la giba que, posteriormente, daría su apodo al avión y que solo más tarde se transformaría en una denominación oficial. Sus armas era dos Vickers 7,7 mm, con alimentación a cinta, sincronizadas para el tiro atravesando el plano de giro de la hélice. En su empleo nocturno los fogonazos que producían causaban graves molestias al piloto quien quedaba encandilado y por este motivo muchos de esos aviones que estaban destinados a la defensa territorial (Home Defense), fueron modificados ubicando mucho más atrás el puesto de pilotaje, mientras que el depósito principal de combustible se ubicaba delante de aquél.

El TF.1 ("Trench Fighter"; caza de trinchera) fue un experimento de gran interés. Antecesor del avión de ataque, este aeroplano era un F.1 armado con tres ametralladoras Lewis, una de ellas ubicada en la posición acostumbrada (o sea encima del ala superior) y las otras dos montadas oblicuamente sobre el piso del fuselaje, de modo de poder disparar en pleno vuelo rasante sobre las trincheras enemigas. Previendo el contraataque terrestre, la aeronave tenía una protección para el piloto y los depósitos de combustible, que consistía en una lámina de acero de 11 mm de espesor, ubicada debajo de la zona ventral. Un solo avión fue objeto de estas modificaciones.

El motor más usado en los Camel fue el francés Clerget, rotativo, con nueve cilindros de 130 caballos (140 en las últimas unidades de la serie) Sin embargo, muchos de ellos - en especial los cazas nocturnos - utilizaron el Le Rhone de 110 caballos, también de origen francés, mientras que otros (entre ellos todas las unidades de la versión 2F.1) contaron con motores Le Rhone de 110 caballos.

Los caprichos de los motores del Camel - especialmente de los Clerget, que propendían a ahogarse una vez realizado el despegue si no se empobrecía la mezcla - contribuyeron no poco a la mala fama que los Camel se ganaron en las escuelas. Los pilotos poco expertos llegaban a la pérdida de velocidad del avión en la fase crítica del despegue y ésta fue la causa de un gran número de accidentes.

Una cifra no inferior a 1.379 - de los 4.188 Camel que entraron en servicio - fueron utilizados en las escuelas de caza. Algunos fueron transformados en biplaza de entrenamiento a partir del otoño europeo de 1918. La transformación se hacía instalando una segunda cabina ubicada como en los cazas nocturnos adoptando un depósito principal, más pequeño que el estándar y eliminando en armamento.

El Camel, entró en servicio operativo en julio de 1917. El "Escuadrón" 70, enviado al frente francés, fue el primero que contó con ellos. Le siguieron otras escuadrillas de Inglaterra, Francia e Italia. Los Camel llegaron a Italia con una tripulación inglesa, tras la derrota de Caporetto. Los primeros aviones arribaron a Milán el 12 de noviembre de 1918 y sería por su actuación en el frente italiano, que un aviador inglés - Alan Jerrard - ganaría la "Victory Cross" (máximo galardón de guerra inglés). La única medalla de este tipo que se le otorgaría a un piloto del Camel. Otras escuadrillas de Camel operaron en el Egeo, en Macedonia y - desde 1918 hasta 1920 - en el frente ruso.

Fuera de Reino Unido, los Camel fuero adoptados por las Fuerzas Aéreas estadounidenses y belga. Los estadounidenses pusieron en servicio varias unidades, incluso en sus versiones para uso naval. Varios F.1 formaron parte de la dotación eslavo-británicas en el conflicto ruso entre "blancos" y "rojos" posterior a la Revolución de octubre. Siempre en ese mismo teatro de operaciones, algunos Camel entraron en acción piloteados por aviadores polacos. Con anterioridad, varios pilotos griegos habían utilizado el Camel F.1 en el Egeo.

Es pertinente traer a colación el intento que se realizara de dotar a los dirigibles de una escolta de cazas. En el verano europeo de 1918, un 2F.1 fue desenganchado en pleno vuelo del dirigible inglés R.23, al que había sido acoplado mediante un soporte colocado en la parte ventral del propio dirigible. El experimento tuvo éxito pero no se volvió a utilizar por considerárselo demasiado complejo.

La más célebre - y también la más discutida - de las victorias atribuidas a los pilotos de los Camel, sigue siendo sin embargo la que logró el capitán canadiense A.R.Brow, del "Squadron" 209, quien según varias fuentes habría sido el piloto que abatió a Von Richthofen, el legendario "Barón Rojo".

Sin embargo, la atribución de esa hazaña a Brow es discutida por otros historiadores y la controversia sigue en pie hasta nuestros días.