Parece estar ya confirmado
que la fórmula definitiva del gran avión de ataque de la marina de los Estados
Unidos, destinado a suceder a aquel Dauntless que había dado tan buena prueba
en el curso de la Segunda Guerra Mundial, fue puesta a punto en 1944 en una
sola noche en la habitación de un hotel de Washington. El jefe de planeamiento
de la división, el segundo de la Douglas, con sus asistentes Leo Devlin y Gene
Root se encontraban, en efecto, en la capital americana para discutir el futuro
del avión embarcado SBD, y la Douglas con su BTD parecía haber quedado fuera de
la competición, que veía rivalizar dos nuevos aparatos; el Martín XBTM y el Káiser
XBTK. No había tiempo suficiente para rever todo el proyecto, inclusive porque
las otras dos firmas estaban muy adelantadas en el suyo, y los tres técnicos de
la Douglas se vieron obligados, por ello, a rever la propuesta de la Douglas en
poquísimas horas.
El proyecto BTD
(originariamente conocido como XSB2D-1), que nació en octubre de 1943, estaba
caracterizado por el ala baja de gaviota, tren de aterrizaje triciclo anterior
y un armamento constituido por cuatro armas de 12,7 mm en el ala y otras del
mismo calibre, montadas en una torreta posterior tele comandada. Se trataba de
un aparato extremadamente pesado con deficiencias aerodinámicas bastante
importantes que se manifestaron en las pruebas efectuadas por la marina en
1944. Además, la U.S.Navy ahora tenía nuevas exigencias; quería un monoplaza,
de gran alcance, cuya función principal fuese la de bombardero de picada con
buenas posibilidades de transformación en avión de torpedeo.
Todas estas nuevas
características fueron evaluadas atentamente en la preparación del XBT2D, cuya
realización no requirió mucho tiempo pues el prototipo ya podía volar el 18 de
marzo de 1945. Para ganar peso se había eliminado, en primer lugar, el
compartimiento de bombas interno; toda la carga bélica sería transportada en la
parte externa debajo del fuselaje y el ala. Los cinco depósitos originarios del
BTD habían sido sustituidos, además, por un solo depósito grande de
combustible. Otra interesante característica del nuevo avión (designado
"Destroyer II") antes de tomar la designación de
"Skyraider" estaba constituida por la presencia de frenos
aerodinámicos originales en el fuselaje. En menos de dos semanas y media, el
prototipo XBT2D-1 completaba 32 vuelos de prueba y, el 7 de abril de 1945, era
entregado al centro experimental de la Marina de Patuxent River para las habituales
pruebas de evaluación.
El Skyraider era un gran
monomotor de estructura totalmente metálica, con ala baja, empenaje cruciforme
y tren de aterrizaje triciclo posterior totalmente retráctil.
El ala, de clásica estructura semimonocasco, basada en un larguero principal y
en un larguerillo posterior y en el revestimiento de lámina reforzada por
costillas y larguerillos, estaba constituida por una sección central, adherida
al fuselaje, por dos semialas externas replegables hacia arriba (en cuyo borde
de salida se extendían amplios alerones) y por dos puntas de ala que podían
quitarse. Los hipersustentadores eran del tipo con deslizamiento, y ocupaban el
borde de salida de la sección central del ala, hasta los laterales del
fuselaje. Este, de considerable superficie lateral y con estructura monocasco
reforzado por larguerillos longitudinales y por compactas cuadernas
transversales, tenía una característica sección en U invertida. En el vientre
chato, aproximadamente en correspondencia con la raíz del borde de salida alar,
y en los laterales del fuselaje, estaban articulados los amplios frenos
aerodinámicos, accionados hidráulicamente.
Los empenajes, de
considerable superficie, estaban constituidos por un estabilizador de doble
larguero de planta trapezoidal, dispuesto aproximadamente en línea tangente al
dorso del fuselaje, y por una alta deriva, también de doble larguero, en cuyo
extremo estaba instalado el tubo de Pitot, y unida al fuselaje por una gran
aleta. Las superficies móviles, totalmente metálicas, equilibradas
dinámicamente y provistas de aletas correctoras en el borde de salida (al igual
que los alerones), estaban constituidas por dos semi elevadores de planta
rectangular, con grandes picos de compensación en los extremos, y por un timón,
también con pico de compensación.
Los parantes anteriores del
tren de aterrizaje, provistos de amortiguadores oleo neumáticos de larga
carrera, se retraían hacia atrás en el vientre del ala, alojándose entre los
dos largueros, en compartimientos que eran cerrados por portillos ventrales. La
rueda de cola se retraía hacia adelante y, debajo del cono de popa del fuselaje
(que se unía al timón) se replegaba, durante el vuelo, el gancho de aterrizaje.
El motor del Skyraider era de doble estrella de dieciocho cilindros Wright
R-3350 "Cyclone", en las versiones 24W, 26WA y 26WB, con reductor con
relación 1/0,4375, compresor centrífugo de sobrealimentación accionado
mecánicamente a inyección de agua-metanol, instalado con regulación de impulsos
de 4º 30´. El motor, que accionaba una hélice cuatripala de velocidad constante
Aeroproducts, de 4,114 metros de diámetro, estaba encerrado en un carenado
NACA, cuyo volumen era pequeño si se lo relacionaba con las grandes dimensiones
del fuselaje. La toma de aire del compresor estaba dispuesta ventralmente,
inmediatamente después de las persianas que regulaban la refrigeración del
motor, y la del radiador del lubricante en la parte anterior del transparente
del parabrisas. En el fuselaje estaba instalado un gran depósito de combustible
autosellante con capacidad para 1.438 litros.
El puesto de pilotaje, con
asientos uno al lado del otro en las versiones triplaza destinadas al ataque
nocturno, estaba dispuesto aproximadamente en correspondencia con el borde de
ataque de la raíz del ala, y gozaba de excelente visibilidad tanto gracias a su
posición elevada, como por la amplia capota transparente, corrediza hacia
atrás. Un especial cuidado se había dedicado a su protección, que ya en el
primer prototipo estaba asegurada por casi 95 Kg. de blindaje.
Al originario pedido por 15
Skyraider de pre serie siguió, el 5 de mayo de 1945, una carta de intención
para 548 BT2D-1, pero la orden fue reducida a 377 ejemplares dado que, en ese
ínterin, se había producido la finalización de las hostilidades con Japón.
Durante todo el mes de abril de 1946, veinte BT2D-1 habían sido entregados para
las pruebas operativas, en el transcurso de las cuales se efectuaron muchos
aterrizajes y despegues desde portaaviones. Simultáneamente, la U.S.Navy
modificó el sistema de designación de sus propios aviones y, el BT2D-1 se
convirtió en el AD-1.
El último Skyraider fue
entregado a la marina americana en 1957, concluyendo de este modo una
producción que duraba desde hacía más de doce años, articulada en 3.180
aviones, siete versiones y 28 variantes, capaces de desarrollar una vastísima
gama de misiones.
Si al comienzo de las
hostilidades en Corea, los primeros aviones bélicos empleados fueron los
Corsair y los Avenger, a estos se sumaron inmediatamente los F9F Panther y los
Skyraider que, en un principio, desarrollaron tareas de patrullaje. La gran
contribución del aparato en el conflicto coreano ha sido apoyada muchas veces
por las fuentes más autorizadas; algunos inclusive calificaron al Skyraider
como el avión de mayor éxito en los 37 meses de guerra, y es
indiscutible que sólo un aparato como el Skyraider podía llevar con precisión
1.000 Kg. de explosivo sobre los más difíciles objetivos.
En noviembre de 1961, la
Pacific Air Force de la USAF creaba la II División Aérea en Saigón, para
asegurar asistencia y apoyo táctico a las fuerzas aéreas de Vietnam del Sur.
Dado que inicialmente los pilotos americanos no participaron directamente en el
conflicto, fueron transformados en un principio, para el empleo operativo, mono
motores T-28 y bimotores B-26; luego el gobierno de Vietnam obtuvo de la marina
americana una cierta cantidad de ejemplares de AD-5, provistos de doble
comando.
En agosto de 1964 terminaba
la contribución indirecta de los Estados Unidos y entraba en acción la Task
Force 77. Los Skyraider de la VA-52 fueron los primeros que atacaron los
objetivos del Vietcong, partiendo del portaaviones Ticonderoga, y otra unidad
veterana de Corea, el 14 grupo a bordo del Costellation, se unió a ellos en los
cielos de Vietnam. Al intensificarse la acción de la marina americana, también
la unidades de los portaaviones Coral Sea, Ranger y Hancock llevaron una eficaz
contribución a las operaciones anti guerrilla y, en estas misiones, se
distinguieron por su versatilidad los Douglas "Skyraider". En abril
de 1965, con la aparición del portaaviones Midway en el teatro de guerra
vietnamita, también el grupo VA-25 que había operado durante mucho tiempo en
Corea con los Skyraider entró en acción; precisamente a esta unidad, le
correspondió un significativo éxito en el siguiente mes de julio con el
derribamiento de un MIG-17 coreano por obra de los cañones de 20 mm de un AD-4.
Un posterior encuentro entre un Skyraider y un MIG, en 1966, concluyó
nuevamente con un éxito del fuerte avión americano.
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