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sábado, 3 de septiembre de 2016

AVIÓN LOHNER L



La marina austro-húngara, tanto antes como durante la Primera Guerra Mundial, se mostró mucho más confiada, respecto de las posibilidades técnicas de los hidroaviones, que su aliada Alemania. En efecto, muchos de los modelos producidos por la Jacob Lohner de Viena, vieron la luz en aquellos años. Entre los mismos, tuvo un papel muy relevante el modelo L, un biplaza de reconocimiento, patrullaje y bombardeo, que fue extensamente utilizado en el Adriático. Por otra parte, la marina austríaca fue la primera en utilizar estos medios bélicos desde 1913, durante la crisis balcánica; en ese entonces había apostado sus primeros tres "hidros" Donnet-Leveque, de construcción francesa, en la base de Cattaro, a los que le siguieron otros modelos de procedencia extranjera como los Curtiss y los Etrich.

En 1914, la fábrica Lohner puso en servicio su biplano de casco central, del que, más tarde, derivó la serie de "hidros" que seguirían batiéndose en el cielo del Adriático hasta 1918.

Los primeros aviones producidos en serie fueron del modelo E, con motor Hierro de 85 caballos, del que se construyeron en total, una cuarenta unidades entre 1914 y 1915.

Con el modelo L, se dio un gran paso adelante -especialmente en todo lo referente a las performances. Este fue el más difundido entre todos los modelos de Lohner y contaba con dimensiones similares a las del modelo E aunque estaba dotado de un motor más potente, en la mayoría de los casos un Austro-Daimier de 140 caballos.

El Lohner L, como los otros hidroaviones de esta empresa austríaca, tenía una célula biplana, la superficie del ala inferior era menor a la del ala superior (siendo, por lo tanto, un sesquiplano). El ala inferior estaba unida al casco-fuselaje sin utilización de montantes. El ala inferior, de planta rectangular, con extremidades ligeramente redondeadas, presentaba un diedro de cerca de 3º, y un ángulo en flecha bastante sensible, de alrededor de 10º. Las alas estaban unidas por varios montantes, cuyo número variaba según los modelos. Solo el ala superior estaba dotada de alerones, que sobresalían más allá del borde de salida.

Se dio especial cuidado a la realización del casco-fuselaje (de construcción en madera, como los demás elementos que componían en avión) que, a pesar de sus secciones frontales desiguales, estaba bien proyectado, sobre todo hacia la proa, contando así con mejores cualidades marineras respecto de otros modelos similares, si detrimento de sus virtudes aerodinámicas.

La tripulación, compuesta de dos personas, se ubicaba en la proa, un al lado del otro, el piloto a la izquierda y el observador a la derecha, con la protección de un parabrisas no demasiado grande. El armamento estaba constituido por una ametralladora ubicada delante del observador (por lo general, una Schuwarzlose) y, además, el hidroavión Lohner podía llevar una carga bélica de bombas (desde los 5 a los 50 kilos), o cargas de profundidad antisubmarinas, de alrededor de 200 kilos, ubicadas en la parte externa, a ambos lados del fuselaje.

Su motor era un Austro-Daimier de seis cilindros y 140 caballos en línea, o un Hierro Warchalowski (siempre de la misma potencia), sostenido por tres montantes en N, con hélice propulsora. Los depósitos de combustible (para un total de 200 litros) estaban ubicados en el fuselaje detrás del puesto de pilotaje.

Los hidroaviones Lohner - junto con los que produjo la Hansa-Brandenburgische - fueron los aviones navales más utilizados por la aviación austro-húngara. Puede decirse que casi todos los pilotos de la marina volaron, por lo menos una vez, estos "hidros". En sus principios, la aviación naval austriaca contaba con pocos oficiales pilotos de hidroaviones; solo a mediados de 1914 - mientras maduraban los acontecimientos y, simultáneamente, los preparativos para la guerra - el Comando del cuerpo de aviadores, de reciente institución, admitió en sus cursos de pilotaje a oficiales y algunos suboficiales. Posteriormente, con la implantación de una escuela en la isla de Cosada, cerca de Pola, las admisiones al curso de pilotaje se ampliaron.

El la fecha de su entrada en la guerra, la aviación naval austríaca tenia 21 oficiales y 8 suboficiales pilotos. Durante el transcurso del conflicto, la aviación austro-húngara perdió 94 pilotos y 81 observadores.

El Lohner L se produjo en 108 unidades, de las cuales 3 fueron construidos en 1914, 60 en 1915 y 45 en 1916. Cuando el Lohner E, y posteriormente el modelo L, fueron considerados obsoletos para su uso operativo, se modificaron varias unidades para desarrollar tareas de adiestramiento.

Tras la derrota de 1918, Austria perdió toda posibilidad de actuar sobre el mar y, en consecuencia, ninguno de los hidroaviones remanentes continuó con sus vuelos. Sin embargo, los "hidro" Lohner siguieron desempeñando un papel predominante en el desarrollo de otras aviaciones navales, especialmente en el de la italiana.

En efecto, la empresa italiana Aeronáutica Macchi, apenas si había comenzado a organizarse para la construcción de hidroaviones - además de la producción de "cazas" terrestres - bajo licencia, cuando un Lohner - con matrícula L 40 - amerizó por averías en Porto Corsini (Rávena), en la noche del 27 al 28 de mayo de 1915. El avión capturado fue inmediatamente enviado a los establecimientos de la empresa de la ciudad de Varese y fue ordenada su producción en serie, creando así el mejor modelo de hidroavión existente hasta la fecha.El 15 de setiembre de 1916, dos Lohner sorprendieron y atacaron - hundiéndolo en el alto Adriático - al submarino francés "Foucault" del que, posteriormente, lograron salvar la tripulación. Era un viejo submarino accionado por máquinas a vapor y de discutible eficacia bélica, pero el hecho debe ser señalado como uno de los episodios más salientes de la guerra aérea. También deben atribuirse a los hidroaviones austríacos varias incursiones afortunadas sobre bases italianas en una de las cuales - en la noche del 9 de setiembre de 1917 - llegaron a atacar una remesa de aviones italiana, haciéndola volar junto con el dirigible M8 que allí se alojaba. Los Lohner dieron el mismo fin, el 26 del mismo mes, al dirigible M13.

La aviación naval austro-húngara, en el período que media entre agosto de 1914 y octubre de 1918, perdió en total - entre combates aéreos y acciones de bombardeo y reconocimiento - 74 hidroaviones. Más allá de las bajas de guerra, la hidroaviación austríaca debió registrar muchas pérdidas por accidente. Estas bajas se produjeron especialmente durante las pruebas de aceptación a que eran sometidos los nuevos aeroplanos y tuvieron un porcentaje menor en las del modelo L con respecto a la de otros modelos. Eso dependió en buena parte del echo de que el comando de la aviación, en su insaciable búsqueda de nuevos aviones, aceptaba con facilidad distintos prototipos sin someterlos a un examen de aceptación. Se dio, muy a menudo, el caso de que hidroaviones que ya estaban en servicio de guerra fueran sometidos a urgentes modificaciones para hacer menos peligroso su empleo.

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