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viernes, 22 de febrero de 2013

VOLANDO EN LA INDIA

Continúo con los relatos de un piloto aviador de la Fuerza Aérea que se fue de expatriado a la India para volar en Jet Airways, el Boeing 737-700 y el -800.

*   *   *
Con motivo de algunos eventos ocurridos y próximos a ocurrir es que me pongo a escribir:
1°.  Estoy ya próximo a cumplir 20 mil horas de vuelo, o sea mañana, pudiera ser motivo de regocijo, fiestas, celebraciones… pero creo que no. Como es bien sabido la situación de la aviación a nivel mundial está de los viles diablos (y todo…).
2°. La situación impredecible que siempre vivimos los expatriados, hace que “cada día cuente”, o sea en cualquier momento nos dan las gracias. (Si es que las dan… en esta compañía, claro).
Por lo tanto, alcanzar este nivel de horas, es más bien alcanzar un reto y no,  cumplir un sueño. Además si es que hago alguna celebración, será en México, con la gente que estimo y con quienes siempre añoro volver. Igual este próximo 14 es mi cumpleaños.
Le sigo:
Es mi día libre luego de andar de vago en Bangkok, Dubai y Cochin…
Acabo de llegar de dos horas de correr y caminar, el calor está en 40 grados… En este departamento donde vivo, nos tienen con poca agua, me bañé con un balde…  creo que igual que en México, es tiempo de sequía… estoy escuchando música de Luis Miguel y rancheras.
Continuando con mí relato de VOLAR EN LA INDIA…
La temporada de “monzón” ya empezó, la compañía recomienda que leamos otra vez los boletines y circulares al respecto y tienen mucha razón.
Un poco de historia… mía por supuesto.
Volando para el Hangar Presidencial como Primer Oficial de B-727-100, aparte de conocer México, y muchos otros países alrededor del mundo, tenía la confianza de la experiencia del  los comandantes de nave, Wonche, Chapa, Charli, Téllez, Camberos. Época para mi dorada de viajes y experiencias. Salirme del Hangar Presidencial fue más terquedad y sacarme la lotería; No nos dejaban salir… bueno pero esa es otra historia.
Luego me fui a la aviación comercial, volé en TAESA (Tagruesa, como le decíamos) y supe lo que era ser pirata en la aviación comercial, tremenda falta de mantenimiento, cientos de NO GO, a los que por terrorismo laboral (hasta niveles ridículos e inverosímiles) nos teníamos que enfrentar, experiencias terroríficas y literalmente de muerte,  otras no puedo negarlo, excelentes. Volé no menos de ocho compañías en contratos de “wet lease” (avión subarrendado con todo y tripulación), Norte América, Canadá (excelentes autoridades aeronáuticas… Canadá), Caribe, Centro y Sud América, Sud Este Asiático. Luego vinieron los viajes a Europa con B-757/767, maravillosos viajes (aunque muertos de hambre por el sueldo y los viáticos más que raquíticos… y qué decir de las jornadas de hasta 32 horas ¡¡¡¡).
En diciembre de 1999, el  gobierno nos cierra nuestra fuente de empleo (o sub-empleo…?), debido a un accidente de un DC-9 (crónica de una muerte anunciada, luego de varios incidentes graves anteriores), todos  sabían que algún día tenía que suceder y… sucedió. Incluso el dueño de la compañía y la DGAC, sabían que iba a pasar pues ellos SÍ sabían las condiciones en que volaba ese avión que había sido vendido para carga y que la NASA utilizaba para volar “gravedades cero”. O sea ya bien trabajado…
Me aceptaron en Magnicharters  para volar B-737 200 y me sentí  afortunado y agradecido, muchos otros no podían conseguir nada, aquí solo estuve unos meses y me llamaron de COPA Airlines  para invitarme a volar con ellos.
Luego de haber volado en otras regiones, centro y sud América se me hicieron aún más especiales, volando en COPA desde la hermosa ciudad de Panamá, tuve la oportunidad de conocer más a fondo el fabuloso Caribe y sus huracanes, los techos bajos en Costa Rica y Santiago de Chile, las pistas cortas y difíciles  como Toncontín (que le decíamos Top Gun Tin), los aeropuertos muy elevados y no puedo dejar de mencionar los vuelos de super  “largo alcance” para este tipo de avión B-737 700/800, Pamamá-Buenos Aires, Panamá-Los Ángeles, en donde se llega casi con el suspiro de combustible. Excelente compañía operacionalmente, en donde debo aceptar me trataron de maravilla, aunque el aspecto laboral para los pilotos nacionales deja mucho que desear.
Y bueno pues, estoy ahora en la India volando con Jet Airways, la más grande y respetada línea aérea particular. Muy lejos del fabuloso malinchismo que reina en todos nosotros (de TODO el mundo), su sistema de enseñanza muy particular ( de toda la India)  a gritos y sombrerazos, mantiene un estándar operacional  bastante aceptable, por lo que todo aquel que llega sintiendo que  ” les va a enseñar a estos indios como se vuela”,  está pero si bien peee.. equivocado.
Habiendo sido colonia británica hasta 1947 en que la revolución pacífica de Gandhi  les dio su independencia, les trajo paradójicamente un enemigo mortal en Paquistán, luego que se separaron; desde ese entonces mantienen una guerra fría de  consecuencias  impredecibles  y hasta nucleares. (De hecho tiene la frontera más grande del mundo CERCADA e ILUMINADA, un verdadero espectáculo cuando se sobrevuela de noche.)
El terrorismo de bombazos y asesinatos, desde Paquistán, Bangladesh y hasta de China (con quién  se están bronqueando a cada rato) y por el sur con los tamil de Sri Lanka, son problemas que se agravan con sus miles de problemas internos, (manejar 1200 millones de personas creo… que no es fácil.)
Así que las fuerzas armadas están siempre en alerta y como es de suponer la aviación, está más que bien equipada y preparada. Esto da como resultado una gran experiencia en aviación tanto militar como comercial.
La aviación comercial, como en todas partes del mundo, se la pasa como en la rueda de la fortuna, de arriba para abajo, actualmente está de picada (otra vez>>>).  Ya desaparecieron tres líneas aéreas de regular tamaño y la línea aérea Kingfisher casi queda en quiebra. Esta es un relato para Ripley, resulta que el dueño multimillonario dueño de la cervecería más grande de Asia, quería hacerle un regalo de cumpleaños a su hijo… y no le dio su avioncito, le regaló una línea aérea. Pero no contento con eso, quería que  fuera la mejor línea de la India y así lo anunció con bombos y platillos, todo mundo se la creyó, incluso se fue para Europa como quien va al mercado, para firmar contratos de intención con Airbus. “ Deme veinte de este, otros quince de aquellos y… cuál dijo que era el más grande?... bueno, de ese apárteme tres”.
Se comió a otra línea aérea para ganar la antigüedad necesaria para poder pedir permisos internacionales y de cruce del océano, contrató a los/las sobrecargos más bonitas y BINGO, ahí estaba la mejor línea aérea de la India.
Hasta que la recesión, devaluaciones y precio de combustible, los empezó a despertar. Por puro orgullo (y tal vez tirándole al futuro, pues no quiere quedar fuera de la repartición de la manzana cuando la situación mejore), está manteniendo “solo” quince aviones entre Airbus 320 y ATRs. (Imagínense lo que es  “nada más” que 50 millones de personas utilicen el transporte aéreo, a corto plazo).
En el caso de Jet Airways, está recortando y racionalizando rutas, haciendo lo imposible por ahorrar y desgraciadamente, el hilo se rompe por lo más delgado. Ya 70 pilotos expatriados han sido terminados en su contrato. Los que aún quedamos sentimos que la cuerda ya está floja (otra vez).
Con lo que respecta a Air India, siguen en un pantano que parece no tener ningún soporte. (Miento, los políticos), se fraguaron un plan de reestructuración en el que contemplaron la compra de 25 B-787, lo más nuevo y hermoso en la industria.
Solo que no contaron con que luego de haber hacho la integración de Air India y de Indian Airlines, (la primera hace solo vuelos internacionales, mientras que la segunda se dedica a domésticos), se las iban a ver algo difícil. La gerencia dijo que tanto pilotos de una como de la otra volarían el 787. Sacrilegio… los de Air India se revelaron y se declararon enfermos la mayoría (hace ya casi tres años el 80 % de pilotos de Jet  Airways se reportaron “enfermos” durante una semana y consiguieron lo que querían). Solo que aquí como es del gobierno, que se enoja y que corre como a 100 babiadores,… ahora dice que los va a aceptar de regreso caso por caso y a la cola…
Así que otra vez, la política (probable guerra con Pakistán o China), los malos manejos comerciales, la falta de estrategia aeronáutica nacional, la corrupción y la situación mundial, hacen de Air India la comidilla de los medios de comunicación.
Esos mismo medios que desde que llegué (hace casi… CINCO AÑOS...¡¡¡), se la pasan viendo a quién fastidian, de los pilotos expatriados siempre diciendo que somos muy caros, que ya viene el lobo y a todos nos van a correr, etc, etc.  Ahora resulta que nos “olvidan” y se vuelcan en contra de los pilotos de Air India y ya les sacaron sus trapitos al sol, como por ejemplo cuánto gana un comandante con antigüedad de ocho  años, 15 mil dólares, mientras que uno de Indian Airlines gana 9 mil dólares. (Caso muy similar a reconocida Línea Aérea ya tristemente desaparecida en México.)
Los aviadores por supuesto se merecen el sueldo que logran  conseguir de sus respectivas líneas aéreas, (quienes NO acostumbran regalar sueldos) solo que, es algo que NO habían podido ver antes los medios de comunicación y se la pasaban fastidiando a los expatriados que no ganamos eso.
Otro asunto interesante es la planta laboral, que en Air India se reporta como de 40 mil empleados y en donde  se requieren 243 empleados para mover un avión (del total de 165 aviones), mientras que la industria en promedio utiliza 150 empleados. (Me recuerda a mi querida Tagruesa donde éramos  no más de 30 esclavos muertos de hambre, para mover un avión).
Bueno, ese es el panorama actual. Pero me olvidaba de continuar con el monzón.
El haber tenido la oportunidad de volar en tantos lugares, me deja con la grata impresión que aquí en la India, SI hay que poner  las “barbas a remojar”.  Aunque debo aclarar que cada región en el mundo tiene lo suyo y que ningún vuelo en ninguna parte de ese mismo  mundo, es fácil.
Buen tiempo, mal tiempo y pésimo tiempo. Es lo que vivimos muy seguido.  Junto con las aproximaciones con 75 metros de visibilidad cuando hay niebla.
Hace unos días despegué de Kolkata  con 174 pasajeros,  luego del viraje por la derecha nos agarró tremenda turbulencia que ni podía hablar por radio, con mucha apuración solicitamos continuar con  rumbo de pista y así lo hicimos hasta 27 mil pies y 70 millas, cuando por fin pude rodear el mal tiempo.
Les di un anuncio a los pasajeros tratando de calmarles el susto. Llegamos a Nueva Delhi y… carajo… me agarra tremendo windshear en la aproximación final con todas  las alarmas habidas y por haber, igualito que en el simulador… me voy al aire.
Intento otra aproximación y ya ni me bajo… otra vez la turbulencia estaba de los diablos… otra vez al aire.  Ya con el combustible corto solicito otra pista y aterrizo. Gracias a Dios me salió un aterrizaje de lujo, no podía ser menos pues pensé que luego de tanto stress y al final un porrazo, los pasajeros me iban a culpar a mí. Les doy la bienvenida, “ladies and gentleman, from the main cabin, captain speaking, after so much stress and suffering… welcome to New Delhi, thank you very much to fly Jet Airways”. Un capitán de Servia que venía de pasajero, entró a la cabina para comentar y felicitarnos, sin embargo le dije… “no capitán, no la merecemos, la merecen ustedes que como pasajeros no ven nada de lo que pasa o va a pasar, felicidades”.
Dos días después en el aeropuerto de Chennai, al sur de la India,… otra vez… me lleva el Diablo;  veo en dirección contraria al despegue una gran nube negra que como a 40 millas amenazaba con aproximarse, calculo mis posibilidades y le digo al primer oficial… “lets go out of here before it turns nasty”.  Despegando después de 400 pies  siento como el avión se pone todo zonzo y empieza a “colear” ligeramente, veo el velocímetro y comienza a bajar, decido quitar régimen de ascenso para ganar un poco más de velocidad, el terreno está plano y puedo controlar la situación sin mucho inconveniente, sigo el ascenso y limpio el avión. El primer oficial todo emocionado me pregunta que si me di cuenta… carajo, nomás eso me faltaba, todavía dudando qué había pasado.
Regresando en el tiempo, quiero relatar lo siguiente:
Debo aclarar ante todo que NO soy supersticioso, pero:
En mis tiempos heroicos en la Fuerza Aérea, teníamos una superstición (no sé si todavía la sigan), aquel aviador que tuviera tres “connatos de incendio” (incidentes), tenía que cuidarse la espalda con más ganas. Porque de la tercera no pasaba. Y todos nos andábamos con más cuidado o de plano evitábamos subirnos con él. O la otra superstición, que cuando dos aviones se caían en un plazo corto de tiempo, teníamos que tener más cuidado todos pues “la racha había empezado”.
Estas dos supersticiones probaron muchas veces ser acertadas: Cuando fui jefe de operaciones en un escuadrón, (en donde me convertí en el primer aviador hasta entonces en alcanzar más de mil horas de vuelo en ese tipo de avión), antes de los vuelos de ese día  les advertí  a todos los aviadores que tuvieran cuidado pues “la racha” ya había empezado, cuando se rompió la formación el comandante del escuadrón, Capitán José Luis Irineo Saldivar (excelente aviador y mejor  persona), se me acercó y me dijo: “Alvarado, es usted un supersticioso, eso de la racha no existe  no me esté espantando a la gente”.
“Comandante, si para usted no existe, al menos deje que los demás se cuiden, ya van dos aviones,  un DC-6 en Cozumel con siete muertos y el T-33 que se acaba de caer aquí en Santa Lucía, lo único que pretendo es concientizarlos.”,… “Es usted un supersticioso”.
En menos de 40 días dos Aerocomander 500 y un Cessna 150 se nos cayeron en el escuadrón, murieron seis tripulantes. Lo feo y triste era que teníamos que ir al lugar del accidente para identificar y recoger los pedazos.
El primero, fue Omar Gárate Acosta con un aviador en adiestramiento, en un derroche de fanfarronería, aún cuando se les había advertido específicamente que no hicieran nada fuera del programa de vuelos, se pusieron a hacer barriles rasantes en un pueblo, (que ni conocían) según los testigos hicieron dos “maromas” y a la tercera se cayeron quedando el avión de nariz y la cola no más alta que tres metros. Quedaron  en el atrio de una iglesia, irreconocibles los cuerpos, solo por la posición del avión supimos a quién pertenecían los pedazos, que fueron recogidos en unas sábanas por el mecánico que le decían el diablo… quién sin mucho apuro los sacó con las manos, pedazo a pedazo.
El segundo, de capitán instructor  Héctor Páramo Maldonado estaban practicando aproximaciones al Stalls, luego de una serie bien ejecutada; iniciaron otro y desafortunadamente entraron en una barrena y al sacarla entraron a un stall de alta velocidad de donde ya no salieron, pegaron en el suelo y los dos pilotos salieron por las ventanillas, cuando llegamos al lugar que era una parcela de siembra, los testigos nos dieron las pautas para saber aproximadamente que pudo haber pasado.  Cuando me dirigí hacia los cuerpos que estaban como a 10 metros del avión, me percaté que ahí estaba de pie frente a ellos el Sargento Primero mecánico Páramo,  individuo de mucha antigüedad en el servicio y amplios conocimientos, estaba viendo el cuerpo empolvado y desfigurado de su hijo, no tenía cara, solo un gran agujero. Me alejé respetando su dolor y me senté en el ala izquierda del avión que de alguna manera había conservado la forma, aunque la lámina toda arrugada, estaba oscureciendo. Pasó otro aviador y me preguntó,  “y ahora que haces…?”,  “pues nada  ya ves, creo que ya son demasiados”. Me quiso levantar tomándome del brazo… “párate no seas payaso”…  y lo corrí, “ya lárgate…”
El tercero  Rodrigo A Muñoz Bellizia igual, otra vez esa compañera inseparable de la juventud, la osadía y el arrojo. Los sábados acostumbrábamos ir a una pista junto al lago de Tequesquitengo a tirar paracaidistas, tripulando dos Cessnas 150, aunque debo decir que como buenos piratas y por una módica suma, también le volábamos otra Cessna particular al Capitán Serafín, comandante de la compañía de fusileros paracaidistas, época de buenísimas anécdotas en donde no faltaron los paracaidistas muertos.  Este aviador Bellizia, antes de llegar a Tequesquitengo, al parecer se fueron al pueblo de la novia del mecánico que lo acompañaba y empezaron a volracear, solo que lo hicieron mal, luego de varias pasadas, se dirigieron hacia donde el terreno se elevaba y hacia el sol, tal vez una corriente descendente hizo que no salieran y ahí quedaron.
Las implicaciones burocráticas eran por supuesto muy pesadas y el Comandante Irineo, con toda entereza y muy apurado, se hacía cargo de ellas. Cuando estaba en los trámites mortuorios del tercer accidente,  se me acercó y muy en privado me dijo: “Alvarado, ya creo en la racha.”
Tiempo después, mejor le paré de estar contando muertos, en mi tiempo de servicios en la FAM, hasta ese momento llevaba más de cien compañeros, con muchos de los cuales había convivido muy estrechamente.
Y volviendo a la India, de repente se sueltan tremendos vendavales y polvaredas que por supuesto me recuerdan a las personas que andan en esos momentos intentando llegar a su destino… destino.
No me queda más que seguirle, el próximo mes me toca examen semestral médico,  tengo que estar bien, de todo a todo o de lo contrario, encaro las consecuencias de un sistema médico inconsecuente. Igual me toca simulador, otra vez siento ese stress que tal parece no me deja.
Luego de eso, mis días libres o debo decir medio libres, para ir a ver a mi familia. Me toca también el examen médico mexicano, más stress y más dieta.
Nueva Delhi. India.
Cap. 1°  FAPA. Oscar Fernando Ramírez Alvarado.
 

jueves, 21 de febrero de 2013

PILOTOS EXPATRIADOS



Hace tiempo que no escribía nada en este blog, ahora quiero colocar unas ideas de un buen amigo, compañero piloto de la Fuerza Aérea Mexicana, que se encuentra volando fuera de México. Permítanme decirles que tengo un sobrino que emigró primero a Japón y por motivos del temblor y Tsunami dejó ese país para volar en Dubai. También tengo un hermano que volaba en Mexicana y por la quiebra de esta compañía emigró a Panamá como piloto y la empresa no lo convenció y se regresó a México.
 
¿Porque se expatrían algunos pilotos mexicanos?
 
Mi compañero de la Fuerza Aérea nos dice:
 
El piloto expatriado, es aquel que se desplaza desde su lugar de origen hacia otros países para lograr mejores oportunidades de vida. Por eso muchos pilotos aviadores han tenido que abandonar México para encontrar trabajo en otras regiones del mundo. Reflexionando mi amigo, nos dice: Que después de noviembre de 1999, cuando hubo por desgracia un accidente de la empresa TAESA en Uruapán Michoacán, la empresa fue cerrada en marzo del 2000 y los tresmil quinientos empleados quedaron en la calle. Como en el país se inició una competencia por las empresas de bajo costo, algunas de ellas no pudieron soportar las crisis de la aviación, por ejemplo Aerocalifornia, la empresa a la que yo pertenecí, quebró y sus pilotos quedamos en la calle. Alma, otra empresa de bajo costo que operaba en Guadalajara, quebró, en esa empresa trabajaba un familiar mío y tuvo que emigrar fuera del país. Mexicana de Aviación quebró y otro familiar mío emigró también y así de esa manera vemos amuchos pilotos aviadores civiles y exmilitares que tuvieron que expatriarse a otro países para poder vivir y darles una vida confortable a sus familias.
 
¿Porqué hay pasíses que contratan a pilotos de otras partes del mundo?
 
Mi compañero nos dice: Porque en esos países sus recursos humanos no son los suficientes para cubrir sus necesidades laborales, ya sea porque no tienen la capacidad de pilotos nacionales suficientes y porque sus legislaciones permten facilmente a contratar a pilotos extranjeros. En estos países se pueden contratar a pilotos mexicanos desde tres meses hasta contrato indefinido. Estas empresas extranacionales siempre andan buscando pilotos con un promedio de cincomil horas de vuelo total, mil horas de comandante de nave y no menos de quinientas horas en el avión para el cual se van a contratar. Pero hay empresas que les urge tanto pilotos extranjeros que muchas veces con un curriculum más pequeño pueden contratar a un piloto mexicano.
 
¿A que países se han expatriado los pilotos mexicanos?
 
En la lista que da mi compañero de la Fuerza Aérea Mexicana es realmente asombrosa, en todo el mundo. En América como: Estados Unidos, Canada, Panamá, Perú, Chile, Argentina, Jamaica, Republica Dominicana, Ecuador. En Europa: España, Italia, Suiza, Irlanda, Holanda. En Asia países como: Malasia, Corea del Sur, Japón, India, Viet Nam, República de China, Filipinas, Singapur. En pasises Árabes: En los emiratos Árabes Unidos, Baharein, Omán, Arabia Saudita. Y así, la lista crece y crece.
 

Da mucha tristeza que empresas como Mexicana de Aviación, hayan quedado destruidas después de haber sido la primer empresa comercial de América Latina por indolencia de nuestras autoridades de Comunicaciones y Transportes. Yo me preguntó: ¿Porque no me expatrié yo también? bueno, en primer lugar porque ya tengo setenta años de edad, aunque cumplí casi quince mil horas de vuelo, solo se quedaron LAS ALAS EN MI PECHO.  
 
 

martes, 12 de febrero de 2013

VOLANDO EN LA INDIA


Mi “Home Base” es Nueva Delhi, la línea aérea Jet Airways y estoy volando los Boeing B-737 series 700 y 800 llamados NG. (New Generation).
Desde tiempo atrás que la compañía inició vuelos a Jeddha, en la provincia de Makkah, es una de las ciudades portuarias más grandes en el Mar Rojo y la segunda más grande de Saudi Arabia, igualmente es la puerta de entrada a la ciudad más sagrada del Islam, la Mecca. A donde según la tradición, todo buen musulmán capaz de hacerlo tiene la obligación de ir al menos una vez en su vida.
En lo particular me sentí atraído hacia ese destino, por el solo hecho de su importancia cultural y de que imagino,  no cualquier persona no musulmana tiene la dicha de ir. Solo que todos esos vuelos son realizados por los pilotos de base Mumbai; por lo tanto eso me dejaba fuera de la jugada y la única opción era tal vez pedir irme comisionado un mes a esa base y así poder realizar ese vuelo.
Una cantidad muy apreciable de pilotos, no les gusta ir a varias de esas ciudades, Dammam, entre otras, pues la verdad sabiendo que la forma de vida es totalmente radical y luego de escuchar algunas historias nada agradables, pues tal vez tengan razón.
Una de esas historias urbanas dice que un piloto de Air India, se le ocurrió ir a un centro comercial. Nada de particular por supuesto (a no ser los esplendorosos y lujosos Malls de las ciudades a la orilla del Golfo Pérsico), justamente en Jeddha, cuando andaba en sus compras, súbitamente vio a una señora con burka que se resbaló, él, muy solícito se aprestó a ayudarla sujetándola del brazo. Luego de eso se retiró.
No iba muy lejos cuando los “policías religiosos” lo interceptaron y lo detuvieron. El motivo era grave… la santa señora se quejó… “que la había tocado”…¡¡¡
Para no hacer el cuento largo, lo llevaron a la cárcel y la pena era 100 latigazos. Ni tardos ni perezosos le propinaron 50,  cuando llegaron varias personas de la embajada y de la compañía, se detuvo el martirio pues cada latigazo deja un surco sangriento. Luego de un proceso largo, al parecer lo dejaron libre… solo luego de darle los 50 que le faltaban.
Esos cuentos espantan a cualquiera y yo en lo particular he leído en el periódico algunos que hasta dan coraje, como aquel en que una pareja de turistas en Doha, se dio un beso en la mejilla cuando estaban en el Mc Donald´s (que también hay…), pero otra santurrona señora se quejó que estaban de impúdicos frente a varios niños. Pena: dos meses de prisión por no respetar las costumbres locales.
Así que mi oportunidad de ir a Jeddha estaba asegurada si solicitaba ir en lugar de cualquier otro “cobarde” (J).
Muy quitado de la pena un día me encontraba yo, cuando sonó el teléfono y vi que eran mis “fans” más acérrimos, los del departamento de tripulaciones o “rostering”:
--Captain we have a request… go to Mumbai as a passenger and from there you will go to Jeddha… with layover in Jeddha and next day you will bring back one flight to Mumbai. It’s a charter flight and you will report as Air India.
--Mi júbilo fue patente pues de inmediato dije que sí, que con todo gusto iría. (Así me evitaba ir de base temporal a Mumbai y sufrir el caótico rostering local).
Y con esa, ahí les voy (J), el día 31 de noviembre de 2012 de pasajero a Mumbai y de ahí al destino soñado, aún cuando llegué al hotel a las 2 de la mañana. La estancia en el hotel fue cómoda y al día siguiente luego de desayunar de inmediato que me voy de pata de perro, aunque muy juiciosamente pensé en ir solo a los alrededores del hotel, no fuera que de verdad el diablo anduviera suelto y me lo fuera a encontrar. Todo me pareció de lo más normal del mundo (musulmán por supuesto) y la gente me miraba con cierto desinterés y algo de curiosidad, no es que mi porte sajón me delatara, sino tal vez el nopal en la frente era más patente.
Mujeres no vi ninguna, salvo unas africanas con sus tradicionales vestidos igual de tapadas y los turistas asiáticos que con toda seguridad también iban al “Hajj”: Este es uno de los cinco pilares del Islam, para ser justo el quinto y es precisamente el que ordena que todo buen musulmán con posibilidades económicas tiene que ir a la Mecca al menos una vez en su vida. (Hay gente que se la pasa ahorrando toda su vida para poder cumplir con ese precepto, mismo que los acercará aún más al cielo, luego de pasar a mejor vida; no me pregunten si los esperan veinte vírgenes como dicen… porque ni ellos saben si los esperan hembras o machos…J). Así que la experiencia de estar cerca de la Mecca en una fecha tan importante para tantos millones de personas, es ciertamente gratificante y culturalmente interesante.
Luego ya en la tarde, estaba de regreso y de ahí al aeropuerto junto con un copiloto que ya se sabía la ruta. En los traslados del aeropuerto al hotel y regreso parecía turista emocionado con la camarita funcionando todo el tiempo.  Me quedó la grata impresión de una ciudad muy urbanizada y moderna. Nos subimos al avión luego de pasar el engorroso sistema de inmigración, que dicho sea de paso es solo facilitado por la gente de la compañía que ahí se saben todas las formas y procedimientos. Ya el vuelo en sí fue muy buena experiencia, al principio viendo el gran tamaño y extensión de las calles de rodaje y las pistas. Y ya volando sobrevolar la ciudad.
De vuelta en Mumbai luego de un terrorífico “duty time” de 14 horas (máximo permitido) por demoras y problemas de migración y luego de un buen descanso, me preparaba para regresar al día siguiente vía Bangalore-Delhi cuando… otra vez mis fans…
--Captain, please go again to Jeddha  this night… please.
Sabiendo las restricciones del reglamento de aeronáutica, les dije que con todo gusto siempre y cuando el vuelo fuera legal, a lo que respondieron que si, los tiempos de descanso estaban ajustados a la ley. Así que otra vez ahí voy de regreso al destino soñado, solo que esta vez el vuelo de Mumbai era “ferry” o sea sin pasajeros. Y aquí es donde la aventura empieza.
El avión era un flamante y casi nuevo B-737 800, de esas máquinas que hasta huelen a nuevo, ándale, así como coche nuevo. Todo en su lugar, todos los componentes ajustaditos y sin ruidos extras y con los nuevos interiores en donde los diseñadores pusieron la mejor parte de su cerebro a trabajar y le pusieron unas luces de neón de varios colores que cambian de intensidad. Un lujo.
Aquí es donde tengo que ajustar un poco el relato, no sé cómo decirlo adecuadamente, el caso es que desde toda mi vida he tenido especial interés en avistamientos de fenómenos no muy normales, siempre he sido algo escéptico y me muevo más hacia la razón y la explicación lógica. Nunca he creído de inmediato cualquier cuento de avistamientos “anormales”, aunque siempre dejo algo de duda “razonable” cuando me platica alguien en que se puede confiar y en muchos casos personas con experiencia en aviación. A este respecto he platicado con varios aviadores acerca de si alguna vez han visto algo que les llamara la atención, a lo que me he encontrado que efectivamente varios han visto cosas y luces que no se pueden explicar.
Mi caso es totalmente opuesto, luego de 40 años volando,  nunca había visto absolutamente nada. La continuación del relato es a manera de dejar bien claro que solo vi unas luces…
Sigo con mi relato de avión nuevecito; el despegue de Mumbai se puede decir que fue normal, con toda su serie de problemas de aeropuerto saturado y constante tensión. Nuestro plan de vuelo había sido hecho de tal forma que nos llevaba sobre el Mar de Arabia en la aerovía N571 un poco hacia arriba para después, pasando por centro de control Muscat internarnos en Arabia.
El ascenso fue normal y en la ruta nos encontramos con algo de mal tiempo que tuvimos que sortear con algunas desviaciones, posteriormente continuamos y terminamos el ascenso hasta 40 mil pies de altitud que era el techo máximo hacia este rumbo y tomando ventaja de que no llevábamos pasajeros. Luego de unos cuarenta minutos de haber iniciado el viaje, vinieron los auxiliares de vuelo al procedimiento de presentarse con el capitán, los saludé cordialmente uno a uno y luego nos quedamos otra vez con la rutina de vigilar la ruta y las comunicaciones.
El cielo estaba hermoso, totalmente claro y plagado de estrellas que se veían contra un fondo azul negro, ese tipo de cielo que solo se ve lejos de las ciudades o pueblos, sin ninguna luz en el horizonte que opaque la grandeza de la creación. Eran poco después de las nueve de la noche hora local de Mumbai, apenas una hora y diez minutos desde que iniciamos el  “push back” o empuje del avión para iniciar el viaje. El copiloto Prabhu Vikram  y yo estábamos muy callados y súbitamente me pidió autorización para salir de la cabina de mando para estirar las piernas (y platicar con una de las auxiliares que al parecer le gustaba), el procedimiento de la compañía indica que si un piloto sale de la cabina, el área adyacente tiene que estar libre y un sobrecargo tiene que entrar para  caso de necesidad, (las medidas contra el terrorismo en la India, son especialmente estrictas amén de que ya ha habido casos en que los copilotos se equivocan al tratar de abrir la puerta y accionan el control equivocado, actuando la perilla redonda del rudder en lugar del control cuadrado de apertura de la puerta que se encuentra a unos diez centímetro de distancia, en una línea japonesa, eso hizo que el avión cayera invertido más de seis mil pies hasta que el mismo copiloto pudo controlar la situación. Y a mí me pasó lo mismo en un vuelo de Singapur a Delhi¡¡.  Solo que gracias a Dios estaba yo sentado en mi puesto y la copiloto cometió la misma burrada, como estaba yo haciendo unos cálculos  y con la vista en mi calculadora, sentí el viraje casi al mismo tiempo que el avión sonaba la alarma de exceso de banqueo, tomé el control y agresivamente regresé el avión a su posición normal, ya mejor ni les platico como le fue a la copiloto que casi nos mata… L).
Bueno, el caso es que el copiloto salió y me dijo que si enviaba a alguien, pensándolo solo un momento me dije, estamos solo la tripulación… y no creo que yo me equivoque en abrir la puerta. Así que le dije que no, que saliera y cerrara.
En el monitor de video en el pedestal central, pude ver como el otro aviador se quedaba junto a la puerta y platicaba con una chica. Me quedé solo y me puse a disfrutar de esa belleza que solo los aviadores disfrutan volando en una cabina oscura y con tantas lucecitas e instrumentos y para combinar lo excelso del disfrute, un cielo hermoso lleno de estrellas.
Dios, pensé, que hermosa vista y estoy solo, todo esto es para mí. Sumido en mi meditación durante unos minutos, empecé a preguntarme cómo es que después de tantos años volando (40), no había visto absolutamente nada, nada que fuera diferente…
Súbitamente como a 30 grados sobre el horizonte y a la izquierda del parabrisas frontal, vi un destello, me acerqué al parabrisas y ahí estaba otra vez, solo que ahora aparentemente más hacia la derecha. Era un destello simplemente hermoso, blanco en el centro y con rayos azul eléctrico, era un destello más grande que cualquier estrella en el cielo. Se dio la tercera vez y lo primero que hice fue presionar el botón de llamada a sobrecargos y de inmediato abrí la puerta (no me equivoqué...), el copiloto prácticamente voló y cayó sentado en su lugar, cosa que me sorprendió también, la velocidad con que lo hizo. Entró junto con él, la sobrecargo. Mientras esto sucedía vi por cuarta vez ese hermoso destello. Le indiqué que mirara hacia donde yo veía y volvió a suceder otras dos veces, luego de la sexta, simplemente se extinguió. Me quedé viendo en ese punto pero ya no sucedió nada. El movimiento aparente era que se estaba desplazando de izquierda a derecha.
Le pregunté que si lo había visto y dijo que si lo vio dos veces, preguntándome que era y que él calculaba que estaría arriba de 80 mil pies, le respondí que no podía asegurar que fueran 80 mil pies, eso sí, parecía estar entre las estrellas.
En eso estábamos cuando súbitamente, el reloj que tengo en el panel de instrumentos totalmente a mi izquierda y el mismo tipo de reloj que tiene el copiloto pero totalmente a su derecha, al mismo tiempo empezaron a brillar a toda intensidad, luego de unos tres segundos regresaron a su brillo normal.
Totalmente sorprendido (otra vez), empecé a tocar los sensores de luz que tenemos en la parte superior del panel y los sensores que tienen los instrumentos. Simplemente no había lógica, cada reloj tiene un controlador independiente que al mismo tiempo le da brillo a otros instrumentos, así que si se actúa, DEBEN brillar los demás al mismo tiempo, en ese lado del panel únicamente,  pero no fue así.  Fueron únicamente los relojes. No hay lógica.
Hasta ahí fue que saqué mi cámara de mi teléfono celular, aunque es una buena cámara, no es lo suficientemente poderosa como para captar el cielo nocturno, sabiendo esto y sin embargo, empecé a sacar película del área donde habíamos visto las luces y posteriormente el panel de instrumentos que claramente indicaba los siguientes datos:
15:42 Hora ZULU.  (21:12 local de Mumbai). (09:42 am hora de la Ciudad de México).
Velocidad Mach .78, indicada 236 y Ground Speed 430.
Rumbo 296. Aproximadamente a 35 millas náuticas de la posición DOGET en la aerovía N571. Unas 250 millas al suroeste de Karachi, Pakistán.
Altitud 40 mil pies.
Terminado el evento y luego de algunos comentarios, ya no hablamos del asunto. Nos fuimos acercando a la península arábiga y el cielo empezó a perder ese encanto majestuoso iluminado solo por las estrellas.
El traslado al hotel ya no fue el mismo, o tal vez quiero decir ya no era mi misma emoción de la primera vez, tomando fotos y tratando de ver todo, ahora estaba más encerrado en mis pensamientos. Esas luces de allá arriba no eran normales, quiero decir, después de tantos años de volar, sé perfectamente cuando es un “beacon” de un avión, sé cuando son las “strobe lights”. Cuando dos aviones se aproximan de frente en vuelo en la misma aerovía, acostumbramos prender las luces de aterrizaje o tal vez solo una, una especie de saludo entre aviadores, algo así como “hola”. Esa luz es blanca y perfectamente distinguible. Ningún avión tiene luces de ese tipo a los lados.
Esas luces de allá arriba eran hermosas, blanco en el centro y azul el destello, un avión volando en una ruta donde no hay aerovías?.  Arriba de 80 mil pies?. Simplemente no lo puedo creer.
Ya ahora con más calma y recapitulando (3 de febrero de 2013), me pongo a meditar y especular. Me escucharon?.  Me respondieron ?.  Y si fue así, entonces… es así como aprendimos a rezar?. Para que “Dios” nos escuchara?.
Lo que vi fueron luces, destellos, desplazándose en medio de un cielo hermosamente estrellado.
Qué fue lo que vi ¿?.
3 de febrero de 2013. Nueva Delhi, India.
Capitán 1° FAPA Ret. Capitán de Línea Aérea.
Oscar Fernando Ramírez Alvarado.