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martes, 12 de febrero de 2013

VOLANDO EN LA INDIA


Mi “Home Base” es Nueva Delhi, la línea aérea Jet Airways y estoy volando los Boeing B-737 series 700 y 800 llamados NG. (New Generation).
Desde tiempo atrás que la compañía inició vuelos a Jeddha, en la provincia de Makkah, es una de las ciudades portuarias más grandes en el Mar Rojo y la segunda más grande de Saudi Arabia, igualmente es la puerta de entrada a la ciudad más sagrada del Islam, la Mecca. A donde según la tradición, todo buen musulmán capaz de hacerlo tiene la obligación de ir al menos una vez en su vida.
En lo particular me sentí atraído hacia ese destino, por el solo hecho de su importancia cultural y de que imagino,  no cualquier persona no musulmana tiene la dicha de ir. Solo que todos esos vuelos son realizados por los pilotos de base Mumbai; por lo tanto eso me dejaba fuera de la jugada y la única opción era tal vez pedir irme comisionado un mes a esa base y así poder realizar ese vuelo.
Una cantidad muy apreciable de pilotos, no les gusta ir a varias de esas ciudades, Dammam, entre otras, pues la verdad sabiendo que la forma de vida es totalmente radical y luego de escuchar algunas historias nada agradables, pues tal vez tengan razón.
Una de esas historias urbanas dice que un piloto de Air India, se le ocurrió ir a un centro comercial. Nada de particular por supuesto (a no ser los esplendorosos y lujosos Malls de las ciudades a la orilla del Golfo Pérsico), justamente en Jeddha, cuando andaba en sus compras, súbitamente vio a una señora con burka que se resbaló, él, muy solícito se aprestó a ayudarla sujetándola del brazo. Luego de eso se retiró.
No iba muy lejos cuando los “policías religiosos” lo interceptaron y lo detuvieron. El motivo era grave… la santa señora se quejó… “que la había tocado”…¡¡¡
Para no hacer el cuento largo, lo llevaron a la cárcel y la pena era 100 latigazos. Ni tardos ni perezosos le propinaron 50,  cuando llegaron varias personas de la embajada y de la compañía, se detuvo el martirio pues cada latigazo deja un surco sangriento. Luego de un proceso largo, al parecer lo dejaron libre… solo luego de darle los 50 que le faltaban.
Esos cuentos espantan a cualquiera y yo en lo particular he leído en el periódico algunos que hasta dan coraje, como aquel en que una pareja de turistas en Doha, se dio un beso en la mejilla cuando estaban en el Mc Donald´s (que también hay…), pero otra santurrona señora se quejó que estaban de impúdicos frente a varios niños. Pena: dos meses de prisión por no respetar las costumbres locales.
Así que mi oportunidad de ir a Jeddha estaba asegurada si solicitaba ir en lugar de cualquier otro “cobarde” (J).
Muy quitado de la pena un día me encontraba yo, cuando sonó el teléfono y vi que eran mis “fans” más acérrimos, los del departamento de tripulaciones o “rostering”:
--Captain we have a request… go to Mumbai as a passenger and from there you will go to Jeddha… with layover in Jeddha and next day you will bring back one flight to Mumbai. It’s a charter flight and you will report as Air India.
--Mi júbilo fue patente pues de inmediato dije que sí, que con todo gusto iría. (Así me evitaba ir de base temporal a Mumbai y sufrir el caótico rostering local).
Y con esa, ahí les voy (J), el día 31 de noviembre de 2012 de pasajero a Mumbai y de ahí al destino soñado, aún cuando llegué al hotel a las 2 de la mañana. La estancia en el hotel fue cómoda y al día siguiente luego de desayunar de inmediato que me voy de pata de perro, aunque muy juiciosamente pensé en ir solo a los alrededores del hotel, no fuera que de verdad el diablo anduviera suelto y me lo fuera a encontrar. Todo me pareció de lo más normal del mundo (musulmán por supuesto) y la gente me miraba con cierto desinterés y algo de curiosidad, no es que mi porte sajón me delatara, sino tal vez el nopal en la frente era más patente.
Mujeres no vi ninguna, salvo unas africanas con sus tradicionales vestidos igual de tapadas y los turistas asiáticos que con toda seguridad también iban al “Hajj”: Este es uno de los cinco pilares del Islam, para ser justo el quinto y es precisamente el que ordena que todo buen musulmán con posibilidades económicas tiene que ir a la Mecca al menos una vez en su vida. (Hay gente que se la pasa ahorrando toda su vida para poder cumplir con ese precepto, mismo que los acercará aún más al cielo, luego de pasar a mejor vida; no me pregunten si los esperan veinte vírgenes como dicen… porque ni ellos saben si los esperan hembras o machos…J). Así que la experiencia de estar cerca de la Mecca en una fecha tan importante para tantos millones de personas, es ciertamente gratificante y culturalmente interesante.
Luego ya en la tarde, estaba de regreso y de ahí al aeropuerto junto con un copiloto que ya se sabía la ruta. En los traslados del aeropuerto al hotel y regreso parecía turista emocionado con la camarita funcionando todo el tiempo.  Me quedó la grata impresión de una ciudad muy urbanizada y moderna. Nos subimos al avión luego de pasar el engorroso sistema de inmigración, que dicho sea de paso es solo facilitado por la gente de la compañía que ahí se saben todas las formas y procedimientos. Ya el vuelo en sí fue muy buena experiencia, al principio viendo el gran tamaño y extensión de las calles de rodaje y las pistas. Y ya volando sobrevolar la ciudad.
De vuelta en Mumbai luego de un terrorífico “duty time” de 14 horas (máximo permitido) por demoras y problemas de migración y luego de un buen descanso, me preparaba para regresar al día siguiente vía Bangalore-Delhi cuando… otra vez mis fans…
--Captain, please go again to Jeddha  this night… please.
Sabiendo las restricciones del reglamento de aeronáutica, les dije que con todo gusto siempre y cuando el vuelo fuera legal, a lo que respondieron que si, los tiempos de descanso estaban ajustados a la ley. Así que otra vez ahí voy de regreso al destino soñado, solo que esta vez el vuelo de Mumbai era “ferry” o sea sin pasajeros. Y aquí es donde la aventura empieza.
El avión era un flamante y casi nuevo B-737 800, de esas máquinas que hasta huelen a nuevo, ándale, así como coche nuevo. Todo en su lugar, todos los componentes ajustaditos y sin ruidos extras y con los nuevos interiores en donde los diseñadores pusieron la mejor parte de su cerebro a trabajar y le pusieron unas luces de neón de varios colores que cambian de intensidad. Un lujo.
Aquí es donde tengo que ajustar un poco el relato, no sé cómo decirlo adecuadamente, el caso es que desde toda mi vida he tenido especial interés en avistamientos de fenómenos no muy normales, siempre he sido algo escéptico y me muevo más hacia la razón y la explicación lógica. Nunca he creído de inmediato cualquier cuento de avistamientos “anormales”, aunque siempre dejo algo de duda “razonable” cuando me platica alguien en que se puede confiar y en muchos casos personas con experiencia en aviación. A este respecto he platicado con varios aviadores acerca de si alguna vez han visto algo que les llamara la atención, a lo que me he encontrado que efectivamente varios han visto cosas y luces que no se pueden explicar.
Mi caso es totalmente opuesto, luego de 40 años volando,  nunca había visto absolutamente nada. La continuación del relato es a manera de dejar bien claro que solo vi unas luces…
Sigo con mi relato de avión nuevecito; el despegue de Mumbai se puede decir que fue normal, con toda su serie de problemas de aeropuerto saturado y constante tensión. Nuestro plan de vuelo había sido hecho de tal forma que nos llevaba sobre el Mar de Arabia en la aerovía N571 un poco hacia arriba para después, pasando por centro de control Muscat internarnos en Arabia.
El ascenso fue normal y en la ruta nos encontramos con algo de mal tiempo que tuvimos que sortear con algunas desviaciones, posteriormente continuamos y terminamos el ascenso hasta 40 mil pies de altitud que era el techo máximo hacia este rumbo y tomando ventaja de que no llevábamos pasajeros. Luego de unos cuarenta minutos de haber iniciado el viaje, vinieron los auxiliares de vuelo al procedimiento de presentarse con el capitán, los saludé cordialmente uno a uno y luego nos quedamos otra vez con la rutina de vigilar la ruta y las comunicaciones.
El cielo estaba hermoso, totalmente claro y plagado de estrellas que se veían contra un fondo azul negro, ese tipo de cielo que solo se ve lejos de las ciudades o pueblos, sin ninguna luz en el horizonte que opaque la grandeza de la creación. Eran poco después de las nueve de la noche hora local de Mumbai, apenas una hora y diez minutos desde que iniciamos el  “push back” o empuje del avión para iniciar el viaje. El copiloto Prabhu Vikram  y yo estábamos muy callados y súbitamente me pidió autorización para salir de la cabina de mando para estirar las piernas (y platicar con una de las auxiliares que al parecer le gustaba), el procedimiento de la compañía indica que si un piloto sale de la cabina, el área adyacente tiene que estar libre y un sobrecargo tiene que entrar para  caso de necesidad, (las medidas contra el terrorismo en la India, son especialmente estrictas amén de que ya ha habido casos en que los copilotos se equivocan al tratar de abrir la puerta y accionan el control equivocado, actuando la perilla redonda del rudder en lugar del control cuadrado de apertura de la puerta que se encuentra a unos diez centímetro de distancia, en una línea japonesa, eso hizo que el avión cayera invertido más de seis mil pies hasta que el mismo copiloto pudo controlar la situación. Y a mí me pasó lo mismo en un vuelo de Singapur a Delhi¡¡.  Solo que gracias a Dios estaba yo sentado en mi puesto y la copiloto cometió la misma burrada, como estaba yo haciendo unos cálculos  y con la vista en mi calculadora, sentí el viraje casi al mismo tiempo que el avión sonaba la alarma de exceso de banqueo, tomé el control y agresivamente regresé el avión a su posición normal, ya mejor ni les platico como le fue a la copiloto que casi nos mata… L).
Bueno, el caso es que el copiloto salió y me dijo que si enviaba a alguien, pensándolo solo un momento me dije, estamos solo la tripulación… y no creo que yo me equivoque en abrir la puerta. Así que le dije que no, que saliera y cerrara.
En el monitor de video en el pedestal central, pude ver como el otro aviador se quedaba junto a la puerta y platicaba con una chica. Me quedé solo y me puse a disfrutar de esa belleza que solo los aviadores disfrutan volando en una cabina oscura y con tantas lucecitas e instrumentos y para combinar lo excelso del disfrute, un cielo hermoso lleno de estrellas.
Dios, pensé, que hermosa vista y estoy solo, todo esto es para mí. Sumido en mi meditación durante unos minutos, empecé a preguntarme cómo es que después de tantos años volando (40), no había visto absolutamente nada, nada que fuera diferente…
Súbitamente como a 30 grados sobre el horizonte y a la izquierda del parabrisas frontal, vi un destello, me acerqué al parabrisas y ahí estaba otra vez, solo que ahora aparentemente más hacia la derecha. Era un destello simplemente hermoso, blanco en el centro y con rayos azul eléctrico, era un destello más grande que cualquier estrella en el cielo. Se dio la tercera vez y lo primero que hice fue presionar el botón de llamada a sobrecargos y de inmediato abrí la puerta (no me equivoqué...), el copiloto prácticamente voló y cayó sentado en su lugar, cosa que me sorprendió también, la velocidad con que lo hizo. Entró junto con él, la sobrecargo. Mientras esto sucedía vi por cuarta vez ese hermoso destello. Le indiqué que mirara hacia donde yo veía y volvió a suceder otras dos veces, luego de la sexta, simplemente se extinguió. Me quedé viendo en ese punto pero ya no sucedió nada. El movimiento aparente era que se estaba desplazando de izquierda a derecha.
Le pregunté que si lo había visto y dijo que si lo vio dos veces, preguntándome que era y que él calculaba que estaría arriba de 80 mil pies, le respondí que no podía asegurar que fueran 80 mil pies, eso sí, parecía estar entre las estrellas.
En eso estábamos cuando súbitamente, el reloj que tengo en el panel de instrumentos totalmente a mi izquierda y el mismo tipo de reloj que tiene el copiloto pero totalmente a su derecha, al mismo tiempo empezaron a brillar a toda intensidad, luego de unos tres segundos regresaron a su brillo normal.
Totalmente sorprendido (otra vez), empecé a tocar los sensores de luz que tenemos en la parte superior del panel y los sensores que tienen los instrumentos. Simplemente no había lógica, cada reloj tiene un controlador independiente que al mismo tiempo le da brillo a otros instrumentos, así que si se actúa, DEBEN brillar los demás al mismo tiempo, en ese lado del panel únicamente,  pero no fue así.  Fueron únicamente los relojes. No hay lógica.
Hasta ahí fue que saqué mi cámara de mi teléfono celular, aunque es una buena cámara, no es lo suficientemente poderosa como para captar el cielo nocturno, sabiendo esto y sin embargo, empecé a sacar película del área donde habíamos visto las luces y posteriormente el panel de instrumentos que claramente indicaba los siguientes datos:
15:42 Hora ZULU.  (21:12 local de Mumbai). (09:42 am hora de la Ciudad de México).
Velocidad Mach .78, indicada 236 y Ground Speed 430.
Rumbo 296. Aproximadamente a 35 millas náuticas de la posición DOGET en la aerovía N571. Unas 250 millas al suroeste de Karachi, Pakistán.
Altitud 40 mil pies.
Terminado el evento y luego de algunos comentarios, ya no hablamos del asunto. Nos fuimos acercando a la península arábiga y el cielo empezó a perder ese encanto majestuoso iluminado solo por las estrellas.
El traslado al hotel ya no fue el mismo, o tal vez quiero decir ya no era mi misma emoción de la primera vez, tomando fotos y tratando de ver todo, ahora estaba más encerrado en mis pensamientos. Esas luces de allá arriba no eran normales, quiero decir, después de tantos años de volar, sé perfectamente cuando es un “beacon” de un avión, sé cuando son las “strobe lights”. Cuando dos aviones se aproximan de frente en vuelo en la misma aerovía, acostumbramos prender las luces de aterrizaje o tal vez solo una, una especie de saludo entre aviadores, algo así como “hola”. Esa luz es blanca y perfectamente distinguible. Ningún avión tiene luces de ese tipo a los lados.
Esas luces de allá arriba eran hermosas, blanco en el centro y azul el destello, un avión volando en una ruta donde no hay aerovías?.  Arriba de 80 mil pies?. Simplemente no lo puedo creer.
Ya ahora con más calma y recapitulando (3 de febrero de 2013), me pongo a meditar y especular. Me escucharon?.  Me respondieron ?.  Y si fue así, entonces… es así como aprendimos a rezar?. Para que “Dios” nos escuchara?.
Lo que vi fueron luces, destellos, desplazándose en medio de un cielo hermosamente estrellado.
Qué fue lo que vi ¿?.
3 de febrero de 2013. Nueva Delhi, India.
Capitán 1° FAPA Ret. Capitán de Línea Aérea.
Oscar Fernando Ramírez Alvarado.

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