Douglas Bader, cuyo nombre completo era Douglas Robert Stewart Bader,
también conocido como Douglas “Tin Legs” Bader Londres, 10 de febrero de 1910 - Londres, 5 de
septiembre de 1982 fue un piloto de la
aviación de caza británica que
alcanzó celebridad por ser un «as» de la Royal Air
Force, RAF, que logró
una treintena de victorias en combate, de las que 20 fueron confirmadas, en tan
sólo 15 meses de actividad en los combates aéreos contra los aviones de la Luftwaffe alemana sobre los cielos del sur de Inglaterra y del Canal de la Mancha durante la Segunda Guerra Mundial.
Y ello con la peculiaridad de que,
amputado de ambas piernas a raíz de un accidente imprudente anterior a la
guerra, combatía provisto de dos prótesis artificiales.
Pocos hombres han llegado en la
Historia a convertirse en una leyenda viviente, y Douglas Bader fue uno de
ellos, personificando el heroísmo de la RAF durante la guerra. Para él se llegó
incluso a acuñar un mote especial: el as lisiado.
Bader parecía invencible pero, el 9 de agosto de 1941, tras haber obtenido
otras dos nuevas victorias, topó en el aire con un tercer Messerschmidt
109, viéndose obligado a saltar en paracaídas.
Durante las maniobras de extracción de
la cabina de
vuelo del avión
alcanzado, perdió las dos prótesis de sus piernas. Al haber caído en territorio
ocupado por los alemanes,
se convirtió en prisionero de guerra, siendo enviado a un
hospital en las cercanías de Saint-Omer, muy cerca del
lugar en el que se encontraba la tumba de su padre.
Antes de ello, Adolf Galland,
uno de los jefes de la Luftwaffe, envió un vehículo para
que le recogiese y le llevase a su base aérea para poder charlar con él. En ese momento se puso en marcha una
de las menos conocidas y más increíbles operaciones de la Segunda Guerra Mundial.
Tras ponerse de acuerdo alemanes y
británicos, se dejó paso libre a un avión británico con el fin de que lanzase
en paracaídas un nuevo par de prótesis para Douglas Bader. Se trata sin duda de
la única ocasión en que los alemanes autorizaron a un avión británico para que
sobrevolase la Francia ocupada. La operación fue un éxito, y
Bader recibió su nuevo par de piernas.
Una vez recuperada de nuevo su
capacidad de movimiento tras serle reimplantadas las prótesis, y con la
voluntad inflexible que le caracterizaba, rápidamente efectuó la primera de sus
numerosas tentativas de evasión. Inició así un largo periplo de campo en campo
y de evasión en evasión, hasta acabar recalando en la célebre fortaleza de Colditz, donde los alemanes, que
aunque admiraban a este oficial fuera de lo común estaban cansados de sus
tentativas de evasión, procedieron finalmente a la confiscación de sus
prótesis, tras que Douglas rechazase hacer la promesa de no volver a efectuar
ningún nuevo intento de fuga.
En la primavera de 1945, tras ser liberado
por el 1º Ejército estadounidense,
que acababa de conquistar Colditz, se dirigió inmediatamente a París para solicitar un Spitfire y regresar al combate antes del fin de
la guerra.
Sin embargo, no se le concedió la
autorización, ya que ya formaba parte de la Historia y de la leyenda y el alto
mando no deseaba perder a un hombre de esa envergadura.
Fue ascendido a Group
Captain, asumiendo el mando de la Escuela de Cazas de Tangmere, siendo posteriormente nombrado
jefe del sector de Essex con el 11º Grupo de North Weald.
El 15 de
septiembre de 1945, condujo
personalmente el desfile aéreo de la victoria, formado por 300 aviones, que
sobrevoló la ciudad de Londres.
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