Spirit of St. Louis, El Espíritu de San Luis es el nombre del aeroplano con el que el piloto Charles Lindbergh cruzó
el Atlántico en
un vuelo en solitario sin escalas de Nueva York a París en
mayo de 1927. Aunque sea conocido como el primer vuelo que atravesó el
Atlántico, la realidad es que ya en 1922, los portugueses Gago Coutinho y Sacadura Cabral, habían hecho la ruta Lisboa-Río de Janeiro.
Cuatro años más tarde, el español Ramón Franco realizó
un vuelo con escalas entre Palos de la Frontera y Buenos Aires, a bordo del Plus Ultra.
El avión
fue fabricado en San Diego, California. Los industriales que financiaron el vuelo
transatlántico eran hombres de Saint Louis, por lo que se le dio al avión el nombre de esa
ciudad. Lindbergh participó en el diseño y en la construcción del aparato,
modelo Ryan NYP una adaptación del Ryan M-2, siendo un proyecto de Donald Hall. En sólo dos meses había
terminado la fabricación del Spirit of St. Louis. Se trataba de un avión con alas de implantación
alta, con estructura de madera. El fuselaje era de tubos de acero, y el
revestimiento exterior era de tela.
Contrariamente a los aviones de los
competidores de Lindbergh, su avión era un monomotor equipado con un Wright
Whirlwind J-5C de 223 C.V.
Lindbergh opinaba que era mejor disponer de un solo motor, ya que a un avión
con carga máxima un segundo motor tampoco podría mantenerlo en el aire si
fallaba el primero. Además, un avión con dos o tres motores era más propenso a
tener fallos en alguno de ellos.
El depósito de combustible principal
quedó alojado delante del puesto de mando, por razones de centrado del peso,
como en todos los aviones, es decir que independientemente de la cantidad de
combustible restante la posición del centro de gravedad no varía. De esta
forma, al aumentar su capacidad al máximo, Lindbergh sacrificó la visibilidad
hacia adelante, la cual quedó reducida a lo que podía ver a través de un
periscopio que tenía delante. La capacidad total de combustible fue de 1.705 L,
lo que significó un peso superior a la mitad del peso total del avión, que fue
de 2.380 kg.
El avión fue diseñado en todas sus
piezas de forma que ofreciese la mínima resistencia al aire y que su peso fuese
también lo más bajo posible. Para ello se prescindió de numerosos elementos que
en otros aviones eran usuales, como, por ejemplo, el instrumento indicador del
nivel de combustible y el aparato de radio. Incluso el asiento del piloto fue
sustituido por una ligera silla de mimbre.
Despegue:
de San Diego en vuelo hacia Nueva York. Durante este trayecto bate un récord de
velocidad. El 20 de mayo de 1927 salió
de un campo de aviación en Nueva York, Roosevelt Field, en dirección a París. Allí llegó 33 h y 32 min más tarde, a las 10:22,
aterrizando en el aeródromo de Le Bourget, donde fue recibido con un enorme entusiasmo por miles de
personas. Lindbergh había volado sin interrupción 3.600 millas.
Después de
volar a Bélgica e Inglaterra, el Spirit of St. Louis viajó de vuelta a Estados
Unidos en el crucero de guerra USS Memphis en junio 1927. Tras los festejos y
numerosos vuelos promocionales por Estados Unidos, Centroamérica, Colombia y
Venezuela y finalmente el Caribe, fue entregado al Smithsonian Instituto para
su conservación el 30 de abril de 1928. El Spirit of St. Louis se encuentra
actualmente expuesto en el Museo del Aire y del
Espacio, Washington, DC, EE. UU. Numerosas copias se han hecho a lo largo de la
historia para vuelos conmemorativos y para exhibición en museos.
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