El
vuelo 4U9525 de la compañía Germanwings empezó como cualquier otro, con
conversaciones habituales entre los dos pilotos, pero, tras una salida del
comandante de a bordo de la cabina de pilotaje, terminó en tragedia.
El
fiscal francés Brice Robin contó este jueves lo ocurrido, basándose en la
grabación de los sonidos de la cabina de la caja negra del avión que se
estrelló el martes en los Alpes franceses cuando realizaba el trayecto entre
Barcelona y Dusseldorf. "Durante los primeros 20 minutos del vuelo, los
dos pilotos el comandante de a bordo y el copiloto conversaron de manera
completamente normal, e incluso cortés y jovial, como dos pilotos durante un
vuelo". "No pasa nada anormal", contó el jueves Brice Robin, fiscal
a a cargo de la investigación judicial en Francia, en referencia a esos
momentos, siempre a partir de la grabación de la caja negra que registró las
conversaciones en la cabina de pilotaje.
Al
mismo tiempo, el avión alcanzó normalmente su altitud y su velocidad de
crucero. Un último contacto fue mantenido con los controladores aéreos en el
momento en que el avión entraba en el espacio aéreo francés. En la grabación,
"se oye luego al comandante preparar el aterrizaje en Dusseldorf. Las
respuestas del copiloto parecen lacónicas". El copiloto es Andreas Lubitz,
de 28 años de edad y nacionalidad alemana.
"Después
se oye al comandante de a bordo pedir al copiloto que tome el mando, el ruido
del asiento que retrocede y de la puerta que se cierra". "Podemos
pensar legítimamente que se ausentó para atender una necesidad natural. En ese
momento, el copiloto queda solo, manipula los botones de 'flight monitoring
system', para accionar el descenso del aparato".
Al
igual que la justicia francesa, los directivos de Germanwings y Lufthansa, su
casa matriz, apuntaron al copiloto como origen de la catástrofe. Él
"bloqueó" la puerta de la cabina, según fuentes alemanas. En el
avión, "la acción sobre el seleccionador de altitud sólo puede ser
voluntaria", precisó el fiscal francés.
En
la grabación de la caja negra, "se oyen varias llamados del comandante
pidiendo el acceso a la cabina de pilotaje" por intermedio del interfono
con visor. "Se identificó, pero no hay ninguna respuesta del copiloto.
Golpeó después la puerta, siempre sin recibir respuesta. En ese momento se oye
un ruido de respiración humana dentro de la cabina. Ese ruido dura hasta el
impacto final, lo que quiere decir que el copiloto estaba vivo".
Cuando
los controladores aéreos se dieron cuenta de que el Airbus A320 cambiaba de
altitud e iniciaba un descenso sin modificar su trayectoria rectilínea, la
torre de control de Marsella sur de Francia trató varias veces de
contactarlo. Pidieron al avión que hiciera el código de emergencia, el 7700,
pero no recibieron "ninguna respuesta del copiloto", prosiguió el
fiscal.
-
Gritos de terror -
Al
acercarse a tierra, sonaron las alarmas, perfectamente audibles en la
grabación. "En ese momento, se oyen golpes asestados violentamente como
para derribar la puerta", pero "es una puerta blindada, conforme a
las reglas internacionales" agregó Robin.
"Justo
antes del impacto final, se oye lo que puede ser probablemente el ruido de un
primer choque contra un talud. El avión se deslizó probablemente por una
pendiente antes de chocar, a 700 km/h, contra la montaña. Ningún mensaje de
socorro o de emergencia fue recibido por los controladores aéreos. No se dio
ninguna respuesta a sus numerosos mensajes".
Según
el fiscal, unos segundos antes del impacto los pasajeros se dieron cuenta de
que iban a estrellarse. Sus gritos de terror se oyen justo antes del choque
contra la montaña.
Para
la justicia francesa, "la interpretación más verosímil es que el copiloto,
voluntariamente, rehusó abrir la puerta de la cabina al comandante" y
"accionó el botón de pérdida de altitud, por una razón que ignoramos
totalmente, pero que puede analizarse como una voluntad de destruir el
avión".
No hay comentarios:
Publicar un comentario