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martes, 30 de agosto de 2016

RESEÑA DE UN VIAJE



Reseña del viaje, por parte del Grupo Guadalajara de la AEMA, a presenciar el 6/o Espectáculo Aéreo de la Fuerza Aérea Mexicana, los días 26,27 y 28 de agosto del presente.

Por el Piloto Aviador Enrique A. Guerrero Osuna.

Antes de iniciar quisiera enviar una calurosa felicitación a todos los integrantes del Comité Ejecutivo Local del Grupo Guadalajara por su muy eficiente y entusiasta organización de este viaje tan especial.

Con mucha antelación se fue preparando todo, desde la planeación y coordinación hasta la puesta en marcha y excelente ejecución. Por supuesto el apoyo por parte de la Comandancia de la FAM y de su Estado Mayor Aéreo fue vital para el buen desempeño de todo. Por este modesto medio también queremos enviar un saludo fraternal y nuestro agradecimiento.

Se contrataron los servicios de un autobús turístico, el cual resulto una muy buena elección ya que se trató de una unidad nueva con un chofer muy atento y seguro. La asignación de asientos se hizo también con anticipación de manera que a la hora de abordar en Guadalajara no hubo ningún problema. La ETD se fijó para las 0600 local y así se hizo, todo mudo llego a buena hora y salimos rumbo a nuestro destino.

La primera “pierna” o parada fue en San Juan de los Lagos, Jalisco. Ciudad famosa por sus peregrinaciones anuales. Visitamos la zona del centro y por supuesto fuimos a la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, la cual con sus torres gemelas que nos recuerdan el arte barroco, y su fachada de cantera rosa nos recibió con las puertas abiertas. Esta ciudad recibe la enorme cantidad de entre 7 a 9 millones de peregrinos anuales que generan una considerable derrama económica. Junto con los municipios aledaños de: Teocaltiche, Encarnación de Díaz, Jalostotitlán, San Miguel el Alto, San Julián, Unión de San Antonio y Lagos de Moreno, constituyen lo que conocemos como la región de Los Altos de Jalisco.

Nuestra siguiente parada fue en la bella ciudad de León, Guanajuato. Por razones de tiempo solo visitamos la zona alrededor de la Central Camionera donde se concentra la mayor parte del comercio del calzado y de artículos de piel con precios realmente muy bajos. Todos hicimos algún tipo de compra.

Salimos “flechados” hacia Querétaro a donde arribamos para comer en un restaurante previamente seleccionado. Los alimentos estuvieron muy buenos, pero con la salvedad que al pagar la cuenta se tardaron mucho tiempo.

Finalmente llegamos a nuestro destino en la ciudad de Pachuca, Hidalgo. El hotel fue el Misión Express. Muy buena selección por parte del Piloto Aviador Rafael Hernández Rivera, los cuartos muy amplios y agradables y la tarifa muy razonable. Todos quedamos satisfechos.
Al otro día, 27 de agosto, nos levantamos muy temprano para dirigirnos a la Base Aérea de Santa Lucía, Estado de México.

Al llegar nos topamos con una gran cantidad de visitantes por lo que el acceso a lo que conocemos como “el casco” fue muy lento. Al llegar a la zona de gradas fuimos recibidos por un oficial de parte del Cuartel General de la FAM, quien muy amablemente nos dio la bienvenida y nos acompañó hacia nuestros lugares asignados con una vista magnifica de toda la plataforma.

Un poco antes de la hora de inicio del show, despegaron varios aviones de transporte, principalmente CASA 295, Spartan y C-130 Hércules. Arribaron el Secretario de la Defensa y el Secretario de Marina, a quienes se les hicieron los honores de ordenanza. Cabe aclarar que al Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana no se le mencionó para nada. Después nos enteramos que sí estuvo presente, sin embargo no portaba su uniforme ya que asistió vestido de civil, cosa que nos llamó poderosamente la atención, hasta el momento desconocemos las razones.

Exactamente a la hora estipulada (1100 horas) dio inicio el programa en donde un helicóptero UH-60M portando la bandera nacional pasó frente a las tribunas. A continuación aparecieron sobre nosotros varios paracaidistas, algunos por debajo de una capa de nubes y otros sobre ella. La visibilidad fue de más o menos 4 millas, lo cual fue confirmado posteriormente por medio de un reporte oficial. Todos los paracaidistas aterrizaron en la zona designada. Posteriormente se efectuó  un salto masivo con otro tipo de paracaidistas. Se realizó también un simulacro de ataque a blancos terrestres por varios helicópteros armados (con detonaciones reales en tierra). La escuadrilla de demostración con aviones Stearman PT-17 de la EMA también hicieron acto de presencia, de hecho ellos iniciaron las demostraciones de vuelo, haciendo varias “pasadas” bajas frente al presídium.

A partir de ahí se sucedieron en forma escalonada en tiempo las diversas apariciones de los propios aviones de transporte coronándolas con un espectacular, en verdad impresionante, “rompimiento de los C-130 Hércules justo encima de la plataforma. Todos los presentes, cual más, cual menos nos impresionamos fuertemente, sobre todo los que hemos participado en este tipo de maniobras y sabemos el riesgo tan grande que se corre, por lo que la coordinación debe ser precisa. Varias horas después del show seguía sintiendo como vibraba mi corazón al recordar esos momentos. Las formaciones se fueron sucediendo. Algunos pilotos con sus maniobras nos dejaron verdaderamente “con el alma en un hilo” porque sabemos lo que se requiere para ejecutarlas. Los helicópteros hicieron varias maniobras elegantes y precisas, una de ellas, en aviación le decimos “ballet”, una verdadera hermosura de vuelo, con lentitud, con prestancia, en donde los pilotos volaron hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados, hacia atrás en un espacio muy reducido. Por otro lado la escuadrilla acrobática de la EMA nos detuvo varias veces la respiración con su ya tradicional maniobra del “espejo” con barril volado. La precisión demostrada en cada pasada, sobre todo los AT-6 Texans II nos hicieron aplaudir con verdadero orgullo, algunos de nosotros que tuvimos la gran oportunidad de volar en los primeros AT-6 de motores radiales, recordamos con respeto aquellas enseñanzas que nos fueron transmitidas por nuestros instructores de vuelo, pero al mismo tiempo vemos con verdadero orgullo como los actuales pilotos aviadores militares mantienen viva esas tradiciones de buen pilotaje y profesionalismo.

Al ver pasar un 727 escoltado por los F-5 dándole una despedida a ese magnifica aeronave, todos sentimos un nudo en la garganta, para después darle la bienvenida, también escoltado por los Tigres, al recién adquirido 737-800.

De nuevo para cerrar el espectáculo, paso volando lenta y majestuosamente la enseña tricolor en sentido inverso.

La asistencia, por si le gustan los números fue de 289,000 espectadores aproximadamente. Imagínense la logística para lidiar con esa cantidad espeluznante.  Eso provocó varios problemas, para empezar unas filas enormes para el acceso, y a la salida un pequeño caos de varias horas de duración, pero todos íbamos totalmente tranquilos, sin prisas,  después de haber presenciado un magnífico espectáculo bien ejecutado y mejor coordinado.

Quedamos invitados a volver a presenciarlo el año entrante.

Por nuestra parte (el Grupo Guadalajara) nos regresamos a la ciudad de Pachuca a donde arribamos sin novedad ya bien entrada la tarde.

Lamentamos profundamente como socios de la AEMA, no haber podido hacer contacto con nuestros compañeros del  Grupo México durante este evento, suponemos que ellos estuvieron presentes en un lugar distinto a donde nos asignaron a nosotros, y en aquel “maremágnum”, porque eso fue,  no nos pudimos ver, pero a través de esta modesta reseña queremos compartir con ellos. Nos enteramos que hubo algunos otros eventos paralelos que impidieron la presencia de algunos socios.

Al siguiente día, domingo 28, iniciamos nuestro retorno, no sin antes aprovechar para hacer una visita a Tula, Hidalgo, al lugar conocido como los Atlantes de Tula, para después continuar hacia San Miguel de Allende, Guanajuato para ahí, después de tomar nuestros sagrados alimentos, nos dedicamos a “turistear” por el centro. Nos llamó la atención la gran cantidad de turismo tanto nacional como extranjero, claro también pudimos observar que los precios se van por las nubes, principalmente los bienes raíces, porque todo se cotiza en dólares, como en otras partes de nuestro país. Después de algunas horas recorriendo las magníficas autopistas, arribamos a la Perla Tapatía bajo una pertinaz llovizna, pero absolutamente en Forma Uno, es decir, “Sin Novedad”.

Solo me resta una vez más agradecer a los Pilotos Aviadores, Rafael Hernández Rivera y Amador Cantú Muñoz por su valiosa cooperación y coordinación sin cuya intervención este viaje tan bien organizado, no hubiera sido posible. Fue una magnifica convivencia familiar.



Sursum Corda compañeros. (Arriba Corazones).


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