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miércoles, 26 de febrero de 2014

AEROCALIFORNIA Y MEXICANA

Amigos pilotos aviadores, quiero agradecer al Capitán Gonzalo Carrasco Gutiérrez por el artículo donde habla de algunas coincidencias y alguna diferencias de estas dos líneas Aéreas. 

Quiero agregar una coincidencia más, un servidor, Capitán Francisco Lavín Marmolejo, fui el primer piloto despedido de Aerocalifornia por “Yuyín” 

Mi hermano Sergio Lavín Marmolejo dejó de volar en Mexicana por la quiebra de esta aerolínea. 

Este artículo dice así…



“La extinta línea aérea del noroeste de México: Aerocalifornia, surgió como un esfuerzo de comunicación aérea en la hermosa península de Baja California repleta de bellezas naturales, muchas de ellas sin explotar todavía. Los propietarios eran la familia Aréchiga, oriunda de la zona que se habían ganado la confianza y admiración de los habitantes de aquella región, contaban con otros negocios, jugosos, casi todos ellos, de manera que se sentían que la creación de una línea aérea como Aerocalifornia iba a significar un éxito rotundo.  Como casi todos los negocios de este tipo Aerocalifornia vio la luz con aviones pequeños, por allá del año de 1960, dando servicio a turistas y a ciudades pequeñas. Posteriormente sufrió la metamorfosis que se da en las líneas aéreas que tienen deseos de permanecer por largo tiempo. El constante crecimiento de la población, la cercanía con el enorme país del norte, la necesidad de explotación de aquella paradisíaca zona de México aunados al deseo de iniciar un negocio productivo hicieron que se proyectara una gran línea aérea.

En el caso de Aerocalifornia, que inició como línea de bajo costo, la actualización de su flota culminó con aviones DC-9, algunos adquiridos de la aerolínea Aeroméxico que se encontraba en fase de actualización de equipo. Llegó a ser la línea aérea número cuatro del país y la red de rutas crecía día a día dando servicio a pasajeros que encontraban en ella la aerolínea regional que invitaba a visitar su región. Expandieron sus rutas a Estados Unidos desde donde transportaron gran cantidad de pasajeros, que encontraron en ella atributos no percibidos en otras. Como en todo negocio serio de este tipo armaron un buen centro de adiestramiento con un simulador de vuelo más o menos moderno, en fin todo era felicidad, todo marchaba de maravilla.

En abril de 2006 sus actividades fueron suspendidas por las autoridades gubernamentales, ¿la razón?, una deuda acumulada de 700 millones de dólares, que comprendía, adeudos de diversa índole como impuestos, servicios aeroportuarios, consumo de combustible, servicios de navegación aérea, estacionamiento de aviones, pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social, hasta cuotas sindicales. Los propietarios de la línea llegaron a un arreglo con los acreedores y se les permitió reanudar el servicio. En 2008 fue de nueva cuenta suspendida por causas similares que se traducían en falta de pago a sus diferentes compromisos. Para entonces y como estrategia jurídica normal el sindicato de la línea emplazó a huelga a la empresa para asegurar que los bienes de la para entonces emproblemada Aerocalifornia no fueran dilapidados en otro lado esto para asegurar las liquidaciones de los trabajadores.



En el caso de Mexicana de Aviación, las cosas aunque se dieron de manera distinta, guardan similitudes notorias, la suspensión de operaciones se dio de manera definitiva aunque con algo de gradualidad, hubo avisos de esto por la suspensión de pagos por concepto de rentas de aviones y en algún momento se dudó en asignar aviones con matrícula americana a ciertos vuelos al país del norte por el temor de que fueran confiscados por falta del pago de la renta. Gastón Azcárraga, dueño de Mexicana a través del director general de la línea en una primera ocasión, y en persona en una segunda hicieron sendos llamados de cooperación a los trabajadores quienes pusieron en tela de juicio sus peticiones. Lo que aconteció posteriormente fue que los administradores se declararon en suspensión de pagos solicitando la protección legal de la empresa con la figura jurídica del concurso mercantil. Mexicana hasta ahora no tiene posibilidades de reanudar el vuelo y tiene en ascuas a 8600 empleados que no saben ya que hacer. En el caso de Aerocalifornia la quiebra tampoco ha sido decretada y tienen a los empleados en la total indefensión.  

En ambos casos los empleados fueron los que sufrieron más las inconveniencias de la situación, los empleados de tierra aunque sus especialidades y particularidad de sus actividades les permiten colocarse en otras ocupaciones así como de los sobrecargos, en el caso de los pilotos esto se torna sumamente difícil, no cualquiera tiene una avión para dar trabajo a los pilotos desempleados. Los que menos la sufren o ni siquiera eso, son los dueños de las empresas, ellos normalmente tienen otros negocios y es posible que resarzan unos con otros. Lo ideal es que ambas empresas reemprendieran el vuelo, cosa que se antoja poco menos que imposible pero las obligaciones que tienen con sus empleados, que deben ser garantizadas por el gobierno, deben ser impulsadas por los sindicatos, en el caso de Mexicana como sabemos, Aspa está haciendo hasta lo indecible por que se termine de formar el fideicomiso para que los empleados sean liquidados lo mejor que se pueda.

En Aerocalifornia el tener un sindicato a modo del patrón, lo que se conoce como sindicato blanco, ha hecho que el asunto se eternice, engañen a los trabajadores, se habla de que los patrones están desmantelando los aviones que quedan, se escucha que les están siendo removidos los motores que es lo que más vale y cuando se decida que se rematen los bienes de la empresa nada quedará para resarcir aunque sea a medias el daño causado a los empleados. Quienes se contrataron en esta línea lo hicieron con una ilusión sin par, tuvieron que moverse a otro sitio de residencia, muchos dejaron otros trabajos por la promesa de integrarse a una línea regional más pequeña pero que les permitiría vivir en provincia, en la playa, aceptando menor paga en un lugar más tranquilo que les redituaría en mejor calidad de vida, en una ciudad más pequeña. Pero la realidad se convirtió en pesadilla, todo se derrumbó, las esperanzas, las ilusiones, los planes, todo, se vino estrepitosamente abajo.

Al día de hoy a cinco años de la tragedia cuando ya nada queda por hacer para levantar la línea, los procesos legales se alargan burlando al tiempo y a la gente que está esperanzada en ser escuchada por su gobierno que es quien debe asegurar transparencia en el proceso, justicia, y castigo a quien se burló cínicamente de todos los que alguna vez tuvieron esperanza de pertenecer a una gran línea”


Esto les pasa a esos pseudo empresarios los Arechiga y los Azcarraga por querer jugar a los avioncitos. Recordemos que esto no son juegos, son fuentes de trabajo donde muchas familias dependen de ello. Muchas gracias Capitán Carrasco.

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