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miércoles, 10 de junio de 2009

UN ESPAÑOL VOLANDO COMO PILOTO EN RUSIA


Éste, es un reconocimiento personal, a mi Profesión, a la Fuerza Aérea Mexicana, a mis compañeros, a la Escuela Militar de Aviación que me formó, al Colegio del Aire que me cobijó en la Basé Aérea de Zapopan, y a muchas aventuras que viví con... LAS ALAS EN MI PECHO. 

Que sorpresa me llevo, al saber que un piloto ruso, nacido en España es un pariente lejano mío. Su nombre es Luis Lavín Lavín, cuya historia me la cuenta otro descendiente de una hermana de Don Santiago Lavín Cuadras. 

Luis Lavín Lavín nace en Bilbao España el 9 de Marzo de 1925, su padre es nieto de Emeterio Lavín Cuadras, quien junto con su hermano Don Santiago (mi tatarabuelo) emigró a México en 1846, en Tampico nace el hijo de Emeterio, José Luis Lavín quien se regresa a Santander. El hijo de José Luis, su padre, Luis Lavín se casa con una prima segunda con apellido Lavín y se van a vivir a Bilbao. En esta ciudad, el padre de Luis Lavín Lavín se desenvuelve como el secretario del partido comunista en el País Vasco. 

Luis Lavín Lavín conoció ya de niño a Dolores Ibarruri Pasionaria, en el bar que regentaba su padre, al cual, la ilustre comunista solía ir a comer.

Cuando estalló la guerra, se embarcó en el barco “La Habana” rumbo a Leningrado el 14 de junio de 1937. Allí supo que debía quedarse más tiempo del debido en la URSS cuando la república capituló. Estudió en un colegio para los niños de Rusia, donde entre otras materias les daban cierta instrucción militar; solían ser visitados por antiguos pilotos rusos que habían combatido en la Guerra Civil, y aprendieron a disparar.

Le llevaron a un campo militar para subir a un carro de combate, pero la experiencia no le gustó, aunque días más tarde le encantó subir a un avión. Decidió hacerse piloto, aunque Dolores Ibarru Pasionaria, no quería que los españoles se hiciesen aviadores, pero fue chantajeada por un aspirante a piloto familia de importante político y accedió para que 9 niños hicieran las pruebas de acceso. Ocho conseguirían hacerse aviadores.

Lavín volaría en I-16, U-2 y Moscas durante el entrenamiento. Al invadir Hitler la URSS en su base de entreno tenían todos los aviones desmontados. Luego los enviaron todos al frente, incluso sus profesores fueron a combatir en ellos… pocos sobrevivieron. Sería enviado cerca de los Urales y luego en Peski, continuaría volando, después sería enviado al norte de Stalingrado para defender las estaciones de ferrocarril y centros de material construidos sobre la vía Moscú-Stalingrado. Volaría toda la guerra en la aviación de defensa y no en la de frente, aún así, volando como punto de un capitán tártaro hizo alguna incursión (contra toda orden) sobre el frente, llegando a veces a sobrevolar aeródromos alemanes.

También realizó misiones terrestres, combatiendo cuerpo a cuerpo con alemanes. Hoy en día arrastra problemas en un brazo por las heridas sufridas.

Volaría después con el La-5FN y el La-7. Vería caer a compañeros suyos españoles y sufriría varios aterrizajes forzosos, uno con un U-2 en el que transportaba enfermeras y otro a bordo de un La-7 alcanzado en un manguito de la refrigeración del motor.

Acabaría la guerra en Polonia, en una gran base aérea, donde despegaban centenares de aviones rumbo a Berlín, aunque Lavín no volaría sobre la capital del Reich.

Podrá contarnos cómo un compañero de su escuadrón derriba a 3 B-17 por equivocación, o cómo detenían en el aire a incursores británicos como los bimotores Mosquito que se internaban sobre el suelo ruso para espiar.

Tras la guerra Dolores Ibarru Pasionaria, sería preguntada por Stalin sobre si los españoles debieran seguir volando, a lo que ella se opuso, y Lavín perdería sus alas de piloto. Pasó casi a malvivir y al fin entro a trabajar en la construcción de aviones de combate en varias fábricas, era encargado. También hizo algún trabajo sin importancia para el NKVD, la antecesora del KGB.

Luis Lavín se caso con una enfermera Ucraniana llamada Svetlana, tienen un hijo.

Volvería a España a finales de los 50, pero se volvería a Rusia por el consejo que le daría un jefe de la policía de Madrid. Ya con partidos de izquierdas en el gobierno español, se decide hacer volver a los niños de Rusia, pero Luis Lavín está arrepentido de haberlo hecho.

Ahora, a los 84 años de edad, este tío lejano, vive en una localidad del Levante español entre Murcia y Valencia. Su vida es en la más completa pobreza, ya que se mantienen de lo que les da la asociación católica de Caritas.

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