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miércoles, 8 de julio de 2015

HAY BOMBAS QUE REBOTAN



El 14 de septiembre de 1939, la segunda semana de la guerra, tres Blackburn Skua del portaaviones británico Ark Royal localizaron en el Atlántico Norte al submarino alemán U-30.

El u-boot se sumergió rápidamente para escapar del ataque, pero antes de que desapareciese, los aviones alcanzaron su posición y lanzaron sobre él varias bombas perforantes.

En lugar de penetrar en el agua, las bombas rebotaron en la superficie y estallaron en el aire, justo debajo de los aviones.

Dos de los Skuas cayeron al mar, derribados por sus propias bombas. Los pilotos fueron rescatados por el submarino alemán.

Así le habrá ido.

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