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miércoles, 6 de mayo de 2009

LA ESCUADRILLA DE: "LOS HALCONES"


Éste, es un reconocimiento personal, a mi Profesión, a la Fuerza Aérea Mexicana, a mis compañeros, a la Escuela Militar de Aviación que me formó, al Colegio del Aire que me cobijó en la Basé Aérea de Zapopan, y a muchas aventuras que viví con... LAS ALAS EN MI PECHO. 



Septiembre de 1964, regreso de vacaciones y llegamos de nuevo a la Escuela Militar de Aviación. Mi corazón late con fuerza, ya dejé de ser potrote para entrar al Escuadrón Primario de Cadetes. Eso significa nuevas materias, nueva enseñanza, pero sobre todo se abre la puerta para poder llegar a colgarme LAS ALAS EN EL PECHO. 

Empiezan las clases de teoría, pero se me hace tarde para marchar rumbo a la pista de pasto, donde se encuentra la casita, Comandancia de Vuelo del Escuadrón Primario. Los aviones Stearman siguen guardados en su hangar. Ya se escucha el rumor de que los instructores del primario están escogiendo o les están dando el nombre de los cadetes que van a ser su escuadrilla. 

De repente me veo conformando la escuadrilla de los halcones, llamados así porque nuestro instructor es el Halcón de Guerrero, Teniente de Fuerza Aérea Modesto Abarca Ruiz. Mis compañeros de escuadrilla son: Carlos Martínez López, Luis Alberto Ezequiel Castañeda Flores, José Luis de la O González y Juan José Castillo Arriaga y el teniente Abarca nos arrestaba si nos veía platicando con algún otro compañero en el área de la casita. Primero nos dan un pequeño manual del PT-17A y a darle duro. En mis libretas de apuntes tengo algo que dice: 

“Este avión es un biplaza, de tela, biplano o sean dos alas, el cadete se sienta adelante, el Teniente Abarca se sienta atrás, como no hay radio yo no puedo decirle ni reclamarle nada a mi instructor, pero el si se comunica conmigo a través de una manguera que va a mi gorra de vuelo. El avión tiene un motor Continental R-670-5. Las palas de la hélice son fijas. El motor se enfría por aire y tiene 7 cilindros. El motor arranca dándole crank. La velocidad que alcanza el avión es de 200 KPH. El tren de aterrizaje es normal de patín de cola. Los controles de vuelos es un bastón de mando que se mueve para todos lados y dos pedales que operan los frenos de cada llanta principal. Lo más alto que vuela el avión en forma normal son 11,200 pies. Las alas miden de punta a punta 9.80 metros y el largo del avión es de 7.32 metros. Los instrumentos son: dos altímetros, uno adelante y otro atrás, dos velocímetros, dos tacómetros que miden las rpm. Dos instrumentos tres en uno, para ver cual no funciona puede leer el artículo: “PARA MAÑANA SE LO TRAIGO” un tubito que mide la cantidad de combustible del avión, por cierto el tanque de gasolina viene en el ala superior y como no tiene bomba de gasolina, esta llega al carburador por gravedad” Y así, entre el manualito y mis apuntes aprendí toda la teoría del avión. Solo me falta la práctica y para eso tengo la lista de maniobras. 

Por fin llegó el día tan deseado por mi el 23 de Noviembre de 1964 me coloqué el paracaídas y me subí a la cabina del PT-17A matrícula 83 ahí el Teniente Abarca me dio los efectos de control. Y empezaron las maniobras: Vuelo recto y nivelado. Virajes suaves y medios. Maniobras para dar confianza. Ascensos y planeos. Eses a través de un camino. Estoles elementales, Cabeceos de barrena. Y por fin la primer prueba de progreso. Algunos compañeros la reprobaron y fueron dados de baja. Luego iniciamos con despegues y aterrizajes, hasta el día de mi soltada, la cual fue el 15 de diciembre, que día tan feliz fue ese, solos mi Sterman y yo, sin el halcón de Guerrero, la máquina, la número 82. Después vinieron los forzados simulados para pasar a los ejercicios de coordinación y seguir con ochos elementales, espirales elementales, y llegar a la segunda prueba de progreso. Uff la pasé y de nuevo las siguiente maniobras: Aterrizajes de ruedas, virajes ceñidos, vuelo lento y barrenas., deslizamientos para perder altura sin ganar velocidad. Espirales ceñidas, ochos sobre pilones y así, acrobacia, triangulaciones, rutas y formaciones para terminar el 6 de julio de 1965 con el último aterrizaje en la pista de asfalto, en la máquina 72 y 107:25 horas de adiestramiento. Con este último aterrizaje en PT-17A me fui a mi casa de vacaciones luciendo apenas MEDIA ALA EN MI PECHO.  

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