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lunes, 4 de mayo de 2009

SEDONA, ¿DONDE QUEDA ESO?


Éste, es un reconocimiento personal, a mi Profesión, a la Fuerza Aérea Mexicana, a mis compañeros, a la Escuela Militar de Aviación que me formó, al Colegio del Aire que me cobijó en la Basé Aérea de Zapopan, y a muchas aventuras que viví con... LAS ALAS EN MI PECHO. 

Que hermoso es recordar todos estos anécdotas que nos ocurren en nuestra larga vida CON LAS ALAS EN EL PECHO, es por esto que animé a abrir este Blog y poner aquí mis recuerdos desde que decidí ser piloto aviador, hasta el día que tuve que colgar mis alas.

Como se habrán dado cuenta, desde mediados de febrero de 1972 hasta junio de 1978 estuve comisionado en el Hangar del Secretario de la Defensa Nacional, en todo este tiempo no tuve la oportunidad de disfrutar de vacaciones normales. Por lo tanto, cada vez, que no teníamos que volar en nuestro equipo (para mi el MU-2J) por causas de fuerza mayor (esto era cada vez, que el material de vuelo entraba en mantenimiento, sobre todo cuando se tenía que llevar a Dallas Texas) entonces pasábamos a formar parte de la orquesta, en forma económica y de esto, lo sabía el jefe del hangar y el jefe de ayudantes del Secretario. Como Los tripulantes por nave estábamos muy centrados en nuestros equipos, podemos decir que éramos muy independientes, cada uno del otro, como si fuéramos unas pequeñas escuadrillas que se dedicaban solo a su equipo. Los pilotos del Jetstar se dedicaban al cuatrirreactor, los del DC-6 al FAM 10014, Tavares y Monsalve al Helicóptero y Don Julio y un servidor al turbohélice. 

En uno de estos descansos orquestales, por haber dejado al MU2-J en Dallas y haberme regresado a México, quede libre por tres semanas. Yo ya le había hecho varios vuelos a Don Fausto Celorio en su MU2-J, sobre todo vuelos rápidos, como por ejemplo llevarlo a Acapulco, Monterrey, Guadalajara o a Vallarta, y regresarme con su avión a México, y cuando estuviera libre regresar por él.

Pues bien, después de regresar por línea comercial de Dallas, donde dejamos al michumichi en reparación por un mes y me puse a tocar en la orquesta, y Don Fausto me pidió que lo llevara a un vuelo largo, de ocho días por todo México y la parte sur de Estados Unidos.

Permítanme decirles quien era este Fausto Celorio, el fue el inventor de las máquinas para hacer tortillas de maíz, el también invento las láminas de cartón corrugado, esas láminas acanaladas de cartón negro. El era hermano de Sofía Bassi, la protagonista de aquel hecho celebre del conde de Aquarone, donde él murió en la casa que Don Fausto tenía en Acapulco. Muchas veces lleve a Don Fausto en su mitsubishi a ciertas ciudades cercanas al D. F. que tenían pista de aterrizaje para ver como funcionaban sus máquina para hacer tortillas. Siempre que volaba el avión de Don Fausto me acompañaba un piloto muy joven sobrino de él, que estaba volando un Cessna 172, que no estaba capacitado para el turbohélice, pero sabía contestar por el radio y hablaba muy buen inglés.

Pues en este viaje de ocho días, se iba a hacer de México a Nogales, de ahí a los Ángeles, luego a Alburquerque, para continuar a San Antonio en Texas, y seguir a Nueva Orleáns y llegar finalmente a Orlando, regresar a Houston, en cada una de estas ciudades íbamos a pernoctar y de ahí a México, por lo tanto las pernoctas iban a ser siete. Yo con mucho cuidado estudié toda la ruta, analicé todas las aerovías que iba a ocupar en toda la ruta, separé del Jeppsen todas las entradas y salidas, sobre todo de los aeropuertos americanos 

El viaje fue de esta manera: Salimos al día siguiente de mi regreso de Dallas, primero fuimos a Querétaro, Morelia, Tepic, Obregón y Nogales, ahí pernoctamos. En cada ciudad mientras yo lo esperaba en el aeropuerto, él, su ayudante, el Teniente Coronel americano de apellido Guinchard, que trabajaba en la Embajada de Estados Unidos y su sobrino se iban a determinada tortillería, revisaba la máquina y regresaba al aeropuerto para continuar. Esa tarde terminamos en Nogales Sonora, cerré plan de vuelo y abrí el nuevo para brincar solo la frontera y dormimos en Nogales Arizona.

Al día siguiente salimos muy temprano hacia el aeropuerto de Nogales Arizona y volamos a Yuma y de ahí a Los Ángeles. Don Fausto me dio la dirección donde su sobrino y yo nos íbamos a hospedar, este era un hotelito que queda en Marina del Rey. Antes de abandonar el aeropuerto me dijo que pernoctaríamos en Los Ángeles dos noches. Su sobrino era el encargado de nuestros gastos, así es que yo no tenía nada de que preocuparme. Esa noche al estar cenando en el restaurante del hotel, se acerco la dueña y nos presento a su hija que hablaba español, la chica tenía un novio que llegó un rato después, el era dueño de un pequeño yate que tenía anclado en la marina, frente al hotel y nos invitó a ir a pescar al día siguiente.

Bueno, llegó el día que salíamos de Los Ángeles hacia Alburquerque, preparé todo: combustible necesario, plan de vuelo, reporte meteorológico, comisariato a bordo y esperamos a que llegara Don Fausto junto con el teniente coronel Guinchard. Ya con todo a bordo, encendimos los motores, mi copiloto solicito instrucciones de carreteo y salimos hacia la pista de despegue, ya casi para llegar a despegar, me pregunta Don Fausto: “Capi, ¿Ya sabe a donde vamos?” A lo que le contesté: “Si, a Alburquerque?” entonces él me dijo: “Se me olvido decirle anoche que ahora vamos a SEDONA, olvídese de Alburquerque” En ese momento estaba iniciando la carrera de despegue el avión que me antecedió durante el carreteo. “¿Adonde, SEDONA, donde queda eso?” a lo que Don Fausto me dijo: “No se, usted es el capitán” en eso escuche por la bocina del avión la autorización para despegar. “Por lo menos me podría decir en que estado queda SEDONA” “Creo que es Arizona” me dijo con mucha calma mi pasajero. Mi mente en ese momento se revolucionó igual que la turbina Air-Researh del MU-2 a 42,350 RPM. Y mi decisión fue despegar, hacer el ascenso autorizado, y en el primer fijo que debería reportar, solicitar el cambio de ruta por radio, y así tendría tiempo de buscar a la pista de SEDONA en Arizona y cancelar mi vuelo a Alburquerque Nuevo México. La nueva ruta por instrumentos autorizado por el Centro de Control Los Ángeles fue de ese fijo al VOR de Presscot, cancelar ahí y proceder visual a SEDONA para aterrizar en su pista.

Esta era una pequeña pista encima de una loma, lo único que tenía era un pequeño radio UNICOM y un cono de viento.  

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